Encuestas, valentía y sello social
No se trata de mirar con displicencia el mensaje que envía la ciudadanía a través de las encuestas. Ellas nos reafirman que los chilenos ya no creen en un sistema educacional discriminador desde la cuna, que selecciona y lucra. También refrendan que es imperativo avanzar en reformas que revaloricen la política.
Daniel Melo es Diputado PS
En marzo de 2013 , desde el Centro Cívico de El Bosque, la Presidenta Michelle Bachelet asumió el compromiso de liderar las reformas profundas que la ciudadanía exigía desde la calle. En un discurso lleno de coherencia nuestra mandataria dejó en claro que su segundo gobierno tendría un espíritu transformador y que podría su capital político a disposición de los cambios que buscan modificar un sistema que en las últimas décadas profundizó la desigualdad.
Los resultados de las encuestas CEP y Adimark dan cuenta de ese proceso y de la valentía de la mandataria al negarse a administrar un modelo inequitativo. No hay reforma profunda que no tenga costos políticos y –como quedó demostrado- que no tenga costos personales para quienes los impulsan. Ahí está el mayor valor de la gestión de la Presidenta.
No se trata de mirar con displicencia el mensaje que envía la ciudadanía a través de las encuestas. Ellas nos reafirman que los chilenos ya no creen en un sistema educacional discriminador desde la cuna, que selecciona y lucra. También refrendan que es imperativo avanzar en reformas que revaloricen la política.
Pero también es cierto que el mensaje impone la obligación de terminar con los vicios comunicacionales y también con los gustos personales que en este periodo se han dado algunos integrantes de la Nueva Mayoría.
Y, más importante aun, imponen el desafío de enfatizar el sello de protección social de nuestro gobierno. La salud, la educación, la seguridad y el transporte son las principales preocupaciones de la ciudadanía y hay que darle urgencia a ese llamado.
En ese contexto no es explicable que se produzcan situaciones como el cierre del área pediátrica del Hospital Padre Hurtado tras meses de alertas y sucesivas renuncias de sus doctores. Tampoco es admisible que se reiteren emergencias del transportes público como la del Metro hace unas semanas.
Urge pulir el mensaje que estamos haciendo llegar a la ciudadanía . Urge recuperar el relato que posibilitó que la Presidenta Michelle Bachelet terminara su primer mandato con más de un 70% de adhesión ciudadana. Ciertamente la responsabilidad no es solo del Ejecutivo. Como parte de la coalición de gobierno tenemos un mandato urgente que cumplir.