Guerra de egos, no sólo de votos
Sólo les dejo una reflexión: ¿será bueno confiar algo tan importante, como una gobierno local, de una de las comunas más importantes del país, a tanta lucha de vanidades?
Marcelo Crespo es Consejero de Evópoli
Lejos queda mi anterior premisa que en Providencia las “aguas estaban más calmas”. Por un lado, la señora alcaldesa ha cometido una serie de “errores no forzados” que la han convertido en foco de críticas en los últimos días y por otro lado, apareció el ex alcalde Labbé anunciando su repostulación a la comuna y su decisión de no someterse a primarias, ya que él es el candidato natural de la UDI, según su parecer. Así, Providencia se convierte en escenario principal de la batalla de las próximas elecciones municipales.
Sin lugar a dudas, Labbé y Errázuriz lideraron gestiones municipales que se diferencian claramente la una de la otra. Labbé llevó a cabo una gran gestión municipal, mientras la alcaldesa actual pareciera estar quedando al debe con los vecinos.
Sin embargo, ellos sí tienen algo en común: la vieja forma de hacer política, el caer en descalificaciones e insultos. Él trato a la entonces candidata como “dueña de casa”, e incluso, no hizo entrega del “mando” como se debía. En tanto ella, se ha mostrado esquiva al diálogo y autoritaria, en diferentes materias, como por ejemplo “el toque de queda” que afectó a la comuna.
Sin lugar a dudas, que estamos frente a dos enemigos que aparentemente luchaban de manera distinta pero que el tiempo nos ha mostrado que no es así. Ambos utilizan las mismas herramientas, para ellos el dialogo no existe, y usan la forma antigua de hacer política, aquella del enfrentamiento que deja de lado las conversaciones y acuerdos.
Sólo les dejo una reflexión: ¿será bueno confiar algo tan importante, como una gobierno local, de una de las comunas más importantes del país, a tanta lucha de vanidades?