La guerra del petróleo
Operadores sostienen que el valor actual del precio internacional del petróleo está bajo sus costos de producción
En mayo comenzó una “guerra” para bajar el precio internacional del petróleo. Su valor en los mercados ha sido manipulado por la colusión de países productores de petróleo reunidos en la OPEP.
La OPEP, a través de la producción y oferta, modifican el precio internacional. Si la demanda es mayor a lo que producen, entonces el precio sube, etc. La guerra comienza en EE.UU. quienes deciden liberar reservas, usar nuevas tecnologías, logrando aumentar su producción en un 17% al mismo tiempo que Libia e Irak siguen sus pasos en el aumento de la producción. Este aumento trae como consecuencia una baja del oro negro que recibe la ayuda de Arabia Saudita, quienes deciden mantener su producción y vender a bajo precio con el objetivo de mantener a sus clientes. Se ha iniciado así una guerra sin precedentes entre los países OPEP y NO-OPEPs.
Operadores sostienen que el valor actual del precio internacional del petróleo está bajo sus costos de producción y los esfuerzos por subir su precio internacional por parte de los países OPEP queda en evidencia.
En cifras es simple: El Precio del Petróleo al 31 de mayo del 2014 era de 105,37 dólares el barril. Al 31 de diciembre del 2014 es de 48,70 dólares el barril, es decir, el precio cayó un 54%. En las mismas fechas la gasolina de 95 octanos se vendió en $881 el litro y $735 el litro respectivamente, lo que representa una caída de 16% del precio de las gasolinas. Es decir, mientras el precio internacional del petróleo cae un 54%, las gasolinas en Chile sólo bajan un 16%. Siguiendo la lógica internacional el precio actual de la gasolina de 95 octano debiera ser $408.
La inflación de diciembre fue de -0,4%, gracias a una baja de 9,6% del precio de los combustibles, equivalentes a una baja de $823 a $759 del precio de la gasolina de 95 octanos.
Esta baja, junto a las frutas y verduras explican la inflación negativa que nos alejó de haber terminado el año con un IPC sobre el 5%, de hecho, en términos reales terminamos con una inflación superior al 5%.
La inflación se mide a través del IPC -índice de precios al consumidor- si al IPC le restamos los efectos de los combustibles cuyos precios se fijan a nivel internacional, y también las frutas y verduras de la estación que dependen del Clima, obtendremos el IPC Subyacente o el IPC de aquellos precios que no gestionamos y que terminó el año con un aumento de 5,1%, concluyendo que el resultado final de la inflación fue suerte.
La guerra por el precio del petróleo es actual y sólo se hizo evidente en octubre, antes de eso no está en los reportes de análisis y proyecciones de cifras que justifican las decisiones que se toman en materia económica, entonces, hemos tenido suerte, un pequeño respiro a fin de año de una de las peores gestiones económicas vista en décadas; de hecho, desde 1984 si descontamos los efectos de las crisis económicas internacionales.