2015 y el desafío de las empresas de recuperar la confianza de los chilenos

Comienza un nuevo año y así como fue hora de hacer balances al cierre, es momento también de mirar hacia el futuro y tratar de vislumbrar lo que nos traerá este 2015. En materia de desarrollo sostenible, un diario de circulación nacional publicó la semana pasada las “cinco tendencias” que marcarán este año.

El medio destaca el fuerte trabajo que se tiene proyectado realizar en el área de cambio climático, así como también el desarrollo de las “ciudades inteligentes”, el mayor relacionamiento entre empresas y comunidad, la incorporación de la sostenibilidad en la estrategia de negocio y la necesidad de fortalecer la transparencia corporativa. Es en este último punto en el que me quiero detener, para pensar en un 2015 distinto, más sostenible.

Lamentablemente si miramos los hechos ocurridos, no sólo en las últimas semanas, sino que en los últimos años, cada vez más se revelan casos donde la ética empresarial queda en entredicho, quizá porque hoy contamos con más información que hace diez años, quizá porque efectivamente hay un mayor número de malas prácticas o –derechamente– ilícitos.

Más allá de porqué cada vez conocemos más casos, lo importante es poner la voz de alerta e insistir –si es que aún no ha sido suficiente– en la importancia de contar con mecanismos de control eficientes, no sólo del Estado, sino que de los privados principalmente, para evitar que más casos sigan ocurriendo.  

En cada uno de los hechos que hemos conocido la fe pública se ha visto vulnerada y la confianza de los chilenos está cada vez más por el suelo. En la Encuesta de Jóvenes, Participación y Consumo de Medios de la Escuela de Periodismo UDP y Feedback 2014, se evidencia la fuerte tendencia a la baja de la confianza de los jóvenes, mostrando un escaso 8% hacia las grandes empresas. Si ampliamos la muestra al público general, los resultados no mejoran mucho más. Así lo demuestra un estudio realizado por ACCIÓN en 2013 y sin ir más lejos, la propia calle.

Desde el mundo privado hoy se tiene la tremenda oportunidad de dar un salto cualitativo en estos temas. Fortalecer los gobiernos corporativos, promover la ética y sancionar enérgicamente las transgresiones a la transparencia son algunas de las acciones que podrían hacer de este 2015 un año sin manchas en su expediente, sin nuevos casos Cascada, Penta, colusión de farmacias,-entre otros- para que así las empresas vuelvan a ser entidades reconocidas por generar valor a la sociedad y orgullo entre los ciudadanos.