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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Antofagasta Heavy Metal

Un estudio realizado entre el Colegio Médico y el ISP señala que 50 niños tienen arsénico y plomo en su sangre, 35 de los cuales los tendría en elevada proporción, incluso más que un adulto que se ha expuesto de manera permanente a estos metales.

Por Karla Rubilar
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Karla Rubilar es Diputada Amplitud. Representa a las comunas de Conchalí, Huechuraba y Renca.

Hace casi diez años iniciamos con Ximena Valcarce, entonces diputada por Arica y Parinacota, una serie de acciones legales para denunciar y solucionar un grave caso de contaminación con metales pesados en la población.

El conflicto del plomo en Arica se arrastra por más de 20 años. El acopio de desechos tóxicos como plomo y arsénico desde la década de los 80 ha enfermado a cientos de vecinos del sector de cerro Chuño, en Arica. Ya van más de 90 muertos.

Como parlamentarias, realizamos gestiones ante los ministerios correspondientes, utilizamos todas las herramientas fiscalizadoras de la Cámara, logrando incluso que la Comisión de Salud abordara el tema, pero lamentablemente no hubo soluciones.

Solo después de varios años, el Congreso aprobó un proyecto que compensaba a los afectados, pero no incluía la necesaria reparación del entorno, ni menos una solución real del problema.

Ahora estoy en Antofagasta. Hace cerca de un mes envié un oficio al Ministro de Salud (S) y a las autoridades locales y nacionales competentes solicitando trasladar los dos galpones que contienen poli metales en el puerto de Antofagasta y cuya contaminación están afectando a los menores de edad que asisten a los jardines infantiles del sector.

Un estudio realizado entre el Colegio Médico y el ISP señala que 50 niños tienen arsénico y plomo en su sangre, 35 de los cuales los tendría en elevada proporción,  incluso más que un adulto que se ha expuesto de manera permanente a estos metales.

Ya habían estudios el 2010 señalando que estos poli metales provocaban daños a los menores por medio del cordón fetal, produciendo alteraciones en los bebés que van de las malformaciones hasta el autismo.

Con todos estos antecedentes en mano, la Intendencia Regional rechazó la denuncia interpuesta por el Colegio Médico.

Hoy estuve con la agrupación Este Polvo Te Mata, con No Más Quemas, con el mismo Colegio Médico, ambientalistas de la zona, y dirigentes de los centros de padres de los jardines infantiles afectados.

Es urgente que las autoridades ambientales dicten las resoluciones necesarias para sacar cuanto antes estos productos de la ciudad. Según un estudio de la Universidad de Antofagasta, los menores contaminados ya ascienden a 94.

En el Congreso, pediremos una Comisión Investigadora, y debemos generar una Ley de Polimetales, a fin de que una política pública regule esta actividad, tan importante para Chile.

Pero en paralelo, el Gobierno debe enviar recursos extraordinarios para la atención primaria de salud y tratamiento médico a para los menores que ya están contaminados. También es necesario un nuevo centro oncológico.

Si no se toman medidas vamos a estar nuevamente haciendo leyes indemnizatorias porque una vez más Chile no fue capaz de actuar a tiempo. Y en Antofagasta, la solución pasa por sacar ese acopio de carga minera a granel, de la zona del Puerto, y dar tratamiento médico a las personas y niños que ya muestran índices de contaminación.

La gente debe confiar en sus autoridades, y la única manera de hacerlo es plantear soluciones concretas. Algo que no han hecho porque, lamentablemente, los intereses económicos son más importantes que la salud de nuestros compatriotas. Es hora de que esto cambie.

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