¿Por qué Bachelet ignora a los pobres?

Hace algún tiempo se dieron a conocer los resultados de la encuesta Casen, proceso marcado por la vergonzosa demora de más de 6 meses por parte del gobierno de mostrar estas cifras, tema que ya hemos abordado en una anterior columna. Además, a tales hechos se sumó que esta encuesta, una de las más caras que realiza el Estado, se haya dado a conocer un sábado de enero a medio día, tiempo en que muy pocas personas están atentas al acontecer político. Por si fuera poco, nos enteramos que era el último día que podrían haberla entregado ya que el lunes siguiente la Cepal daría a conocer los resultados tanto de Chile como de América Latina.

A pesar de la lamentable situación anterior, es bueno ver qué nos dio a conocer la encuesta, aunque acá también encontramos problemas. En primer lugar, el gobierno dio a conocer dos criterios, uno el que estábamos acostumbrados y evaluando desde hace algunos años y el otro criterio es la llamada pobreza multidimensional. Lo que llama la atención es que para el primer criterio hay dos metodologías que se pudieron haber utilizado: la primera, que usó el gobierno, es una medición que recientemente ha incorporado el Ministerio de Desarrollo Social a partir del 2009, que dice, entre otras cosas, que el 2013 la pobreza alcanzó un mínimo histórico de un 7,8%. Sin embargo, existe una metodología tradicional, que no incorpora las modificaciones del 2009 que indican que la pobreza se encontraría en un 11,7%. Lo relevante de la aplicación de las distintas metodologías es que la primera indica que la pobreza venía disminuyendo sin excepciones desde 1990, empero el segundo criterio muestra algo similar con una excepción: que la pobreza en el período 2006–2009 había aumentado, período en el que la Presidente era Michelle Bachelet.

A pesar de los esfuerzos del gobierno por ocultar estas cifras, todos los resultados indican algo claro: en el período 2009–2013 la pobreza ha disminuido de manera impresionante, más aún considerando que entre medio vivimos uno de los más grandes terremotos que se tenga registro. No puedo dejar de mencionar el enorme descenso de la pobreza multidimensional, un criterio nuevo incluido por el gobierno que indica que en el período 2011–2013 ésta disminuyó desde un 22,2% a un 14,4%, lo que en fácil significa que más de un millón de personas salió de la pobreza.

Una de las alternativas de por qué la Presidente no ha mencionado los resultados de esta encuesta es que le trae malos recuerdos, ya que en su gobierno anterior la pobreza aumentó. Sin embargo es de esperar que no sea esta mirada mezquina la que sea privilegiada, ya que en un tema tan importante se debe poner prioridad al bien del país y no a los intereses políticos.

El gobierno debe decidir si quiere o no derrotar la pobreza, en este tema no existen ambigüedades, en caso de querer, es imperante que cambie su actitud de rechazo a los emprendedores y a quienes crean empleos, ya que como todos sabemos mientras más crecimiento económico hay, los más beneficiados son los más necesitados.

La pobreza ha disminuido en las últimas tres décadas y especialmente en estos últimos cinco años: una muy buena razón para celebrar. Pero también quedan tareas pendientes, que es necesario asumir con inteligencia, decisión y sentido de Estado y no con mezquindades partidistas.