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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

La ley de caza y esos muy desinformados animalistas

"¿En qué momento, los seres humanos pasaron a creerse superiores a las demás especies y a controlar lo que ocurre en el reino animal y vegetal?".

Por Janet Noseda
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Janet Noseda es Psicóloga. Magister en psicología clínica. Especialista en género y diversidad sexual.

En los últimos días, habíamos visto correr por las redes sociales fotos en contra de la ley que permitía cazar perros callejeros. Inclusive, un grupo de animalistas se encadenó en La Moneda en protesta a esta medida. Posteriormente, el Gobierno decidió detener la medida hasta buscar una solución tanto para animalistas como para agricultores… y este último punto es el que quiero tratar hoy.

Leí muchos comentarios de gente ridiculizando a quienes somos animalistas, llamándonos desinformados, que no sabemos leer y que esta medida es justa, puesto que permite cazar a perros silvestres, no callejeros. Incluso leí a algunas personas que nos preguntaban por qué no estábamos protestando también por los ratones y guarenes de la zona. Además de todos estos argumentos, siempre terminaba como principal, el que existiría en estos mismos momentos, un pobre señor del sur, campesino, a quien los perros le estaban comiendo su cosecha.

¿En qué momento alguien pensó que la protesta en contra de la ley de caza es por los perros callejeros? Les informo que quienes somos animalistas, defendemos, amamos y respetamos a los animales en general por el hecho de que tienen sistema nervioso central y por eso, experimentan el mismo dolor que usted o que yo y todas las emociones, las que compartimos con todas las especies que tienen sistema nervioso central. El que otro ser, ya sea callejero, silvestre o con un collar, sienta dolor, miedo, pavor, es suficiente razón para cualquier persona con empatía, para oponerse a cazarlo.

¿En qué momento alguien pensó que porque un perro sea silvestre, puede ser muerto por caza? Y no me vengan con el señor agricultor y su cosecha, la sobre población de perros o que se comen a los pudús, porque nada pero nada justifica la caza. De hecho, quienes practican este “deporte” se justifican diciendo que sólo lo hacen en especies con sobre población. Nadie sabe si en la caza, el animal morirá de una vez o agonizará con dolor. Por lo demás, el que existan perros silvestres en jaurías es porque un humano abandonó a uno en una primera instancia. Ese es el punto, la educación y trabajo de la empatía en nosotros acerca de la tenencia responsable de mascotas y no andar cazando perros, guarenes o lo que sea. Siempre que existan seres humanos inescrupulosos, que no esterilizan, existirán perros abandonados que obviamente, se reproducirán.

¿En qué momento, los seres humanos pasaron a creerse superiores a las demás especies y a controlar lo que ocurre en el reino animal y vegetal?, ¿desde cuándo viene esta bondad con los pudús si a nadie parece importarle un cuesco lo que ocurre con nuestro medio ambiente? De hecho somos nosotros, nuestra especie, la que está destruyendo a otras especies por el calentamiento global, por la deforestación de por ejemplo, las araucarias en La Araucanía y el andar botando basura tras de nosotros, como si fueran las únicas huellas que pudiésemos dejar.

Quiero terminar estas líneas, diciendo que no me cabe en la cabeza quien, por diversión o por cuidar su cosecha, puede agarrar una escopeta y matar a otro ser vivo… así como así. Creo que todos los problemas de la humanidad radican siempre en lo mismo: la falta de empatía y el creernos dioses y diosas de este planeta.

… y veamos si es que a esta solución equitativa a la que quiere llegar el gobierno con animalistas y agricultores llega el pobre señor campesino o en su lugar, los dueños de las agricultoras.

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