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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Por la boca mueren los peces en el mar que los cobija

El asunto Caval será parte de una leyenda de aquí a una semana, si es que no aparecen otras aristas, de las cuales la oposición se hará cargo por cuanto este asunto les llegó como anillo al dedo para esconder su propio pecado, el caso Penta.

Por María Teresa Larraín
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María Teresa Larraín es Periodista.

Ni las asesorías comunicacionales para arreglar la imagen, ni las entrevistas a toda página en los medios de comunicación, ni las redes sociales dirigidas para que más de uno opine que esto ya es pasado. Ni todo el poder comunicacional puede revertir el terremoto político de los últimos meses y días cuyos efectos aun no calibramos.

Al unísono Sebastián Dávalos y Penta están en la vitrina de todos nosotros. Cada sector protagonista de estos hechos ha sido asesorado por empresas de comunicación cuya única finalidad en su estrategia de imagen ha sido conducir a la opinión pública hacia un terreno donde la interpretación de hechos se banalicen disfrazados a través meras fábulas imponiéndose a verdades que deben guardarse bajo tierra. Los comunicadores saben perfectamente lo que es la manipulación de los hechos, disociarlos con el único fin que la masa a quien llegan los mensajes sea conducida a los fines que interese imponer.

Lo que hemos vivido esta última semana se adecúa exactamente a lo señalado anteriormente. A tal punto que los asesores de comunicaciones de Gobierno y de Penta, están desarrollando la segunda etapa de esta contienda: poder lograr que los ciudadanos se olviden rápidamente de los hechos o cambian su opinión pasando de la crítica a la indulgencia. Insistiendo en que la Jefe de Estado es una víctima más y eso la empodera ante las masas más vulnerables que la apoyan ciegamente.

La próxima campaña o estrategia del Gobierno irá a este fin. Hacer percibir lo sucedido como que “no estuvo bien, no fue tanto,”, “esto ya es pasado.”, “hablemos de otra cosa”, la Presidente no tiene culpa…no lo supo…”pobrecita…. Y en el lado Penta, “Judicializar el hecho también es una forma de borrar sus propias faltas. O sea Davalos versus Penta. En un caso, “todo fue legal”; en el otro, “todo es ilegal, fraudulento. Lo que es cierto. Les será difícil esconder el mas grave hecho en la política reciente: Estafar al Estado. Parlamentarios y connotados dirigentes políticos emiten boletas falsas recibiendo del conglomerado empresarial Penta sumas millonarias para sus campañas políticas.

Aunque bien asesorado, Sebastián Davalo, fue un pez muerto: falló al comunicar su versión. En diario El Mercurio del domingo pasado sus declaraciones son inverosímiles y en algunas respuestas, simplemente elude las preguntas creando mayor incertidumbre ante los lectores. Señala entre otras cosas: “Yo no he ganado un peso”…Caval tendrá que pagar abogados, ingenieros, contadores..después se verá si generó utilidad…”la Presidente no sabía..no hubo comunicación a donde yo estaba…”..No he hablado con la Presidente de esto…”

Sus afirmaciones se deshacen por si solas: Caval tendrá que pagar ingenieros..¿pagar qué si nunca se posesionó del predio? En una semana este fue vendido a Hugo Silva La Sociedad Caval ingresó a sus arcas de “minipyme” descontando impuestos e intereses, la suma de $ 2.500.000.000 de pesos. Como la finalidad en el uso del suelo aun esta incierta, el negocio es redondo para ellos, menos quizás para Hugo Silva que no sabrá cuando podrá hacer uso del suelo de las hectáreas compradas para uso Inmobiliario.

El marido, empleado de Caval, dice que no ha recibido un peso por esta transacción. Caval pertenece a su esposa. Puede que el billete no le llegue al bolsillo directamente. Pero igual entra por el otro bolsillo en el hogar Davalos Compagnon.. Más grave aun es la afirmación que la Presidente no sabía nada ni menos ha hablado de esto con ella.. Lo que corroboran en Palacio.

El hijo de la Presidente indica que ésta no tuvo información el mismo dia de los hechos, viernes 6 de Febrero, por fallas en la comunicación donde estaban vacacionando: Caburga. Una Jefe de Estado, está conectada las 24 horas del dia, aunque tenga un Vicepresidente que la reemplace. Tratar de blindarla hoy no sirve porque la dejan como inepta, incapaz y desinformada. Tres cosas que, sabemos, ella no lo es. Y si realmente estaba incomunicada, que horror, para el resto del país. Una invasión a Chile, un terremoto en el norte, …y la Gobernante sin saberlo…Si es cierto, estamos mal entonces…

El asunto Caval será parte de una leyenda de aquí a una semana, si es que no aparecen otras aristas, de las cuales la oposición se hará cargo por cuanto este asunto les llegó como anillo al dedo para esconder su propio pecado, el caso Penta.

Se olvidan los estrategas y emisores de imagen de conceptos básicos esenciales para el buen desarrollo de un país: ética, moral, transparencia y confianza de los gobernados hacia quienes les gobiernan. Fallando uno de estos el espíritu de una nación decae, y la corrupción se asienta en pompa y majestad.

Los hechos han sido expuestos ante la ciudadanía y esta se ha encargado de digerirlos. Algunos con más reflexión que otros. Quizás con más calma y templanza que otros. Esta es una virtud de los chilenos. Sin embargo el efecto que estos hechos traen es el desamparo e incredulidad para millones de habitantes de esta nación.

Los asesores de Imagen, enquistados tanto en la Secretaria de Comunicación del Gobierno – SECOM- como en las Oficinas de Penta, han fallado frente a sus clientes con su metodología. O han fallado sus alumnos. Por la boca mueren peces en el mar que les ha cobijado. Muchos más seguirán revolviendo este océano en este año que recién empieza.

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