La asociatividad energética comienza por la casa

Pese a las promesas y buena voluntad  del ministro de Energía, la electricidad y  las  cuentas de luz siguen aumentando. Para responder a las quejas de las comunas y regiones más afectadas, que en el Gobierno anterior provocaron las revueltas que terminaron con el cargo de dos ministros de energía, el actual titular de la cartera ha anunciado el pronto envío al Parlamento de una ley, no contemplada en su agenda energética, que permitiría rebajar la cuenta de electricidad a las 50 comunas más afectadas.

Desconocemos el mecanismo propuesto, pero lo que es seguro es que esta rebaja no saldrá de las ganancias de las empresas eléctricas ni subsidios directos del Estado. Entonces debería salir del bolsillo de todos los chilenos  aumentando el cargo de las cuentas de las otras comunas no contempladas en la rebaja.

Estamos seguro de que si a los ciudadanos de Tocopilla o Calama le diéramos la oportunidad de elegir entre una rebaja de un 20% de la cuenta de la luz y un aporte por una sola vez que le ayude a colocar una instalación solar  en su casa para producir su propia electricidad  la gente elegiría la solución solar que le permitirá olvidarse para siempre de la cuenta de la luz. El viejo proverbio chino dale un pez y se alimentara una vez, enséñale a pescar y se alimentará siempre, se aplica también a la energía.

Ha trascendido por la prensa que el mecanismo empleado sería el aumento del cargo de un ítem de la factura eléctrica destinada a financiar las inversiones para mantener la red pública de electricidad, como postes, transformadores, nuevos tendidos, entre otros. Lo paradójica de la situación es que son las mismas autoridades las que son reacias a  modificar el Vad (Valor Agregado de Distribución), para mejorar la penetración de los sistemas fotovoltaicos en el sector residencial, argumentando que sería un subsidio encubierto de los más pobres a los más ricos que dispondrán de los recursos para financiar estas instalaciones. Si se ocupa este sistema, para nivelar los costos de electricidad  ¿no serán también los pobres y clases medias de las comunas restantes las que estarían financiando esta rebaja selectiva?

La ley del Net billing, hoy vigente que permite la conexión de la energía renovable producida por un ciudadano particular en su domicilio con la red pública de manera que el excedente producido por el particular  durante el día sea devuelto en la noche por las distribuidoras eléctrica, ahorrándose la inversión en baterías de acumulación, que aún son muy caras, ha resultado en una gran decepción y debe modificarse a la brevedad

Una política pública de este tipo, para que sea efectiva, debe tener como objetivo que al menos en Chile un 10% de los hogares decidan colocar instalaciones solares, u otras  de Energía Renovable No Convencional (ERNC), en un plazo no mayor a 5 años, es decir 80.000 instalaciones por año.

Transcurrido ya tres meses de 2015, no conocemos  ninguna  instalación de energía renovable que esté oficialmente conectada.  A todas luces su aplicación  ha sido  un rotundo fracaso y muy decepcionante para los intereses ciudadanos y un triunfo para las empresas eléctricas que ven su monopolio seguro, fuera del espíritu democratizador de la energía que esta ley permitía.

Chile necesita construir un nuevo modelo energético, 100 renovable para el 2050. Para cumplir este ambicioso objetivo debemos impulsar una rápida transición de las energías fósiles predominantes hacia las energías renovables emergentes. Por ser energías libres, las ERNC pueden ser generadas por cualquier persona, comunidad o región. Los ciudadanos deben ser llamados a asociarse a este esfuerzo, pero se les debe retribuir justamente permitiéndoles participar legítimamente de la renta que estas nuevas energías libres producen.