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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

De sistema político chileno y de contrademocracia: ¿oportunidades para mejorar?

Paradojalmente, el actual sistema ha regulado este tipo de situaciones. Una de ellas, tiene que ver con la Reforma Procesal Penal, la cual por medio del Ministerio Público ha evidenciado la tensión del sistema. No es correcto endosar a los ‘detalles’ de la denuncia laboral o la corrupción interna del SII respecto del FUT, todo lo que hoy se entiende como escandaloso.

Por José Orellana
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José Orellana es Académico Escuela de Ciencia Política y RR. II. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Doctor en Estudios Americanos Instituto IDEA, USACH.

Existen dos variables esenciales en el modelo de David Easton que explican su pertinencia en el tiempo y espacio. Una tiene que ver con la asignación de valores en la sociedad y la otra es que este constructo de valores mantenga una importante aceptación dentro de la población. En estas claves esenciales se juegan o se deben administrar las perturbaciones y tensiones que el sistema político resienta a propósito de la relativización de los valores.

Desde esa dimensión se podría indicar que el sistema político se encuentra, entre otras dimensiones ¿vaciado? de las cargas valóricas que impuso e impone la actual Carta Fundamental. CAVAL, SOQUIMICH y PENTA, serían los ‘¿chivos expiatorios?’, respecto de una estructural forma de organización valórica. Desde ahí es que se podrían explicar las perturbaciones y tensiones del sistema, que además se encuentra corroído de forma significativa en diferentes aspectos del quehacer social, político, económico, cultural y ambiental.

Paradojalmente, el actual sistema ha regulado este tipo de situaciones. Una de ellas, tiene que ver con la Reforma Procesal Penal, la cual por medio del Ministerio Público ha evidenciado la tensión del sistema. No es correcto endosar a los ‘detalles’ de la denuncia laboral o la corrupción interna del SII respecto del FUT, todo lo que hoy se entiende como escandaloso. Siempre son detalles los que visibilizan cosas incorrectas, pero lo que hace la diferencia es la institucionalidad que el sistema es capaz de entregar para sintetizarlo.

Rosanvallón, modeliza la realidad democrática social, política, económica, cultural y ambiental, entre otras características, en función de lo que él denomina Contrademocracia, cual es un sistema relacional que permite, constantemente, en un marco de desconfianza, observar cómo la democracia institucional electoral, simbólicamente representada en los tres poderes del Estado, tiene que convivir con una democracia no institucional representada por una expresión societal expresada en múltiples formas de organización social, desde las más clásicas como son los movimientos sociales respecto de obreros, hasta las más nuevas como son las referidas al medio ambiente, causas humanitarias, equidad de género, movimientos indígenas, entre otras.

En este sentido asigna gran valor a un intangible estratégico para el modelo contrademocrático funcional a una deseable situación social, es la confianza. Ésta, regularmente tiene que convivir con la desconfianza social respecto de lo que hacen los actores que se encuentran en el marco de la democracia institucional. Es una lucha regular, pero natural indicará Rosanvallón de las democracias liberales, las cuales se fundan en el sistema confianza – desconfianza. Cuando la desconfianza supera la confianza, el sistema Contrademocrático, entra en un estado de impolítica, estado que obstaculiza asignarle valor a los proyectos colectivos, propios de la democracia liberal o de otra naturaleza. El momento impolítico es el que debe ser temido, ya que permite aventuras políticas propias de populismos o autoritarismos atentatorios a la persona humana, sea en la individualidad, o bien, en los sentidos colectivos.

Asumiendo que desde la modelación de sistema político de Easton se pueden vislumbrar perturbaciones y tensiones, a propósito de dejar de creer, acaso desde el modelo contrademocrático que se encuentra inscrito bajo la actual Carta Fundamental, ¿se estará gradualmente avanzando a un momento de impolítica, donde los casos PENTA, SOQUIMICH y CAVAL, permiten develar, a modo de punta de lanza, la existencia de una red estructural de acciones que profundizan la desconfianza, que impacta negativamente el modelo contrademocrático?. Ello so pena de los esfuerzos que realiza el modelo por instalar un sistema proporcional moderado, una reforma tributaria y de educación que permiten más equidad, agregando las leyes laborales, entre otras emblemáticas que nutrían y nutren la agenda de gobierno, hasta la presentación del tridente PENTA, SOQUIMICH y CAVAL.

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