Reforma docente: tarde pero bien encaminada

Una de las críticas políticas que se puede realizar -legítimamente- es lo tarde que llega esta legislación; el gobierno prefirió priorizar su agenda ideológica, materializándolo en un proyecto que no habla de calidad y recién hoy empezaremos a hablar de lo realmente importante: cómo mejorar la educación a la que asisten los niños de Chile. Otro aspecto deficitario del proyecto es que aún no es claro cómo se va a financiar, pues supuestamente la Reforma Tributaria era para financiar la educación gratuita y la reforma educacional, sin embargo las cifras simplemente no calzan y eso es algo a lo menos preocupante.

Una de las cosas más llamativas fueron las declaraciones del Colegio de Profesores, pues si bien creen que es un avance el proyecto (parece lógico considerando que sus dirigentes pertenecen a los partidos del gobierno), creen que falta mucho por hacer y paso seguido exigen que se elimine la posibilidad de que los directores de colegios despidan al 5% de los profesores con peor desempeño. Este tipo de defensas corporativas son las que le hacen daños a los niños del país, no son aceptables y nadie debe ser cómplice.

Recientemente en “Educación para Chile” hemos lanzado nuestras ideas para mejorar la educación. No es casualidad que nuestro primer eje esté enfocado en los profesores, pues estamos convencidos de que la calidad de la educación se juega en la sala de clases, es por eso que hemos desarrollado algunas propuestas para complementar y mejorar el proyecto de Carrera Docente, con el objetivo de promoverlas en el debate público.

En primer lugar, estamos convencidos de que debe haber un aumento significativo de la remuneración de los docentes, donde el criterio no solo sea la antigüedad sino que se premie a aquellos que son bien evaluados, que se capaciten constantemente y a los que aporten con diversas iniciativas a la comunidad.

A lo anterior se le debe sumar la existencia de horas de libre disposición debe ser real, los profesores deben tener un tiempo suficiente para preparar sus contenidos, revisar evaluaciones y para atender alumnos y apoderados. Por otra parte, creemos que debe promoverse la disminución del máximo de alumnos por sala. Entendemos que esto trae costos asociados, por lo que consideramos prudente que de aquí al 2020 el máximo disminuya a 38 alumnos, de manera tal de favorecer a una educación cada vez más personalizada.

Una de las exigencias de la beca vocación de profesor es que quienes la reciben hagan clases durante un tiempo en colegios con subvención estatal. Nuestra propuesta es que para aquellos que han sido bien evaluados y quieran seguir haciendo clases en un establecimiento con un alto índice de vulnerabilidad, se les otorgue un bono mensual de 30 UF, de manera tal que se incentive de forma adecuada a los buenos profesores.

Mejorar la calidad de la educación es tarea de todos, pero sobre todo debe haber voluntad política. En esta materia no debemos hacer las cosas a media; como país nos debemos esforzar para avanzar en esta dirección, formar mejores ciudadanos y hacer de Chile un país más justo.