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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Constitución Política y Participación Ciudadana

A todas luces, no hay modo de constituir un pacto social de largo alcance sin la participación de la ciudadanía. La confianza que construye la escucha activa es, hoy por hoy, completamente irreemplazable en la construcción de políticas públicas y con mayor razón en torno a la ley fundamental.

Por Gonzalo Cowley
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Gonzalo Cowley es Director Ejecutivo #Tu Constitucion.cl

Es por ello que hemos impulsado, convencidamente, un proyecto de innovación digital y política sobre la construcción de contenidos constitucionales, en un proceso que tiene algo de intuitivo y que es esencialmente novedoso a nivel internacional, dónde existe muy poca experiencia en torno a éstas temáticas y desde dónde ya existe interés por vislumbrar el desarrollo de ésta iniciativa.

En TuConstitución.cl, hemos puesto a disposición de la comunidad una herramienta de trabajo y participación, la cual combina aspectos tanto educativos como interactivos y que consideran, entre otras cosas, la historia constitucional del país y una plataforma interactiva en constante desarrollo para que las chilenas y chilenos puedan debatir sin exclusiones y en variados formatos.

Los procesos participativos exitosos aseguran confianza social y a Chile le falta aquello. La dimensión colaborativa empieza a copar la escena en numerosos sectores como nueva tendencia y el foco comienza a ser un tipo de colaboración que se impone a una competencia que exacerba al punto de tensionar la confianza. Hoy es momento de favorecer puentes, construir caminos de conversación, vincular a sectores que normalmente no se encuentran y escuchar. Tiempo de escuchar para procesar y conjuntamente diseñar el futuro.

Una Constitución política como base y fundamento de nuestra convivencia, no es otra cosa que el camino principal despejado para transitar hacia un destino de desarrollo y aquello debe ser una tarea en que estén empeñados todos los sectores de la sociedad y todas las visiones culturales. No se puede hacer un país y darle viabilidad social y política, sino no es con una cultura del diálogo, con intercambio de opiniones, con vocación de acuerdo y con respeto a un sistema democrático bien asentado que resuelva las diferencias por las vías que el propio texto contempla ante el disenso.

Creemos que existe la suficiente madurez nacional para ir tras un gran acuerdo social y político que garantice la participación del país. Escribir una nueva carta fundamental, además, no es un proceso que se resuelva de un momento a otro. Se deben asentar visiones, acotar las temáticas y debatir sobre el fondo y los contenidos, además de resolver el debate procedimental al que asistimos desde hace algunos años.

Construir “la casa de todas y todos”, como hemos denominado a la Constitución, requiere que tanto el levantamiento de información y la recepción de los puntos de vista, como la aparición de ángulos y perspectivas singulares, florezcan en un contexto común que esté dispuesto para hacer una síntesis de fondo y forma que nos interprete, nos proteja y nos proyecte.

El ejercicio que estamos llevando a cabo es un genuino esfuerzo de aprovechar las ventajas de las tecnologías de la información para profundizar la democracia y hacer crecer la participación social para favorecer la confianza.

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