Sometidos a la dependencia: el medio ambiente está por todas partes
El medio ambiente siempre le ha dado soporte a las sociedades, las cuales no pueden subsistir sin éste, al igual que a cualquier modelo económico, los que se han abastecido y aprovechado, gratuitamente hasta la fecha, de lo que la naturaleza les provee. Pero todo tiene su fecha de caducidad.
Eduardo Ordoñez es Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Santiago de Chile. Máster en Ingeniera en Recursos Naturales de Lincoln University, Nueva Zelanda y candidato a Master en Estudios Ambientales en School of Environment, Enterprise and Development, Universidad de Waterloo, Canadá. Posee amplia experiencia en empresas privadas y públicas, así como en centros de innovación ambiental. Es gerente de Desarrollo de ACCIÓN desde 2010.
El medio ambiente nos provee de una cantidad bienes y servicios, tales como cultivos, servicios para el desarrollo de la ganadería, la pesca y la acuicultura, así como alimentos silvestres, fibras, madera, algodón y biocombustibles, agua dulce, recursos genéticos, sustancias químicas, medicamentos naturales y farmacéuticos, entre muchos más.
El medio ambiente es responsable de las excepcionales condiciones que el planeta tiene para sustentar la vida a través de la regulación de la calidad del aire y el clima secuestrando dióxido de carbono en los bosques, purificando el agua y tratando desechos por medio de humedales y micro-organismos. Regula los flujos de agua por medio del suelo y planicies, y protege contra amenazas naturales a través de manglares y arrecifes. La vegetación controla la erosión, y depredadores como murciélagos, sapos y serpientes se encargan de regular enfermedades y pestes, mientras que especies como las abejas son algunas de las responsables del valioso proceso de polinización. Es responsable de que se descomponga la materia orgánica ayudando a fertilizar los suelos, que se produzca oxigeno necesario para todos los organismos vivos, y mueve el agua en un ciclo virtuoso entresuelo, plantas, cursos de agua, aire, y precipitaciones que nuevamente le traen al suelo.
El medio ambiente nos recrea al ponernos en contacto con especies, paisajes, olores, sonidos y colores, tiene valor espiritual y religioso, crea espacios de educación y algunos le asignan valores éticos e incluso existenciales.
Aún así, nada de lo anteriormente expuesto es suficiente. Como sociedad, tendemos a dar por sentado todo lo que diariamente recibimos del medio ambiente y los ecosistemas de los que dependemos en cada rincón del planeta. No dimensionamos que cada recurso que nos provee es finito, y por ende, si no cuidamos y seguimos viendo como un “grupo de interés” más al cual dirigirse, el bienestar del que gozamos gracias a él tendrá un dramático cambio de rumbo.
Si nos acotamos a la gestión para la sustentabilidad, hoy el medio ambiente ya dejó de ser mal entendido como una dimensión más que se une a otra social y una económica, las cuales se interceptan para representar el desarrollo sustentable. Sino que existe consenso en el mundo académico y especialista en que la dimensión ambiental es la más amplia de todas y dentro de ella se incluye lo social, que a su vez integra un elemento más pequeño: el económico. Seguro esto espantará a los tradicionales defensores de un modelo de desarrollo en el que priman las utilidades generadas sirviéndose de los otros dos factores, modelo que para muchos es exitoso y ha dado más beneficios que impactos, pero que de ninguna forma es sustentable.
El medio ambiente siempre le ha dado soporte a las sociedades, las cuales no pueden subsistir sin éste, al igual que a cualquier modelo económico, los que se han abastecido y aprovechado, gratuitamente hasta la fecha, de lo que la naturaleza les provee. Pero todo tiene su fecha de caducidad.
Por lo mismo, es hora de abrir los ojos y asumirlo: el medio ambiente está por todas partes, todo lo que se nos ocurra depende de él; entendamos que nuestra subsistencia está subyugada a la eterna e insuperable dependencia del medio ambiente y que el modelo de desarrollo que necesitamos para hoy y nuestras futuras generaciones será aquél que cuide y entienda la amplitud de lo que nos rodea.