Residuos electrónicos: un problema que aumenta día a día
Cada chileno está produciendo 9,9 kgs. de basura electrónica al año, convirtiéndonos en el país de Latinoamérica que más genera este tipo de residuos.
Irina Reyes es Directora Ejecutiva de la fundación Chilenter es Administradora Pública de la Universidad de Santiago de Chile, Master en Innovación de la universidad Adolfo Ibáñez y Magister en Gerencia Pública de la universidad de Santiago de Chile. En su trayectoria profesional se destacan su paso por CORFO y el ministerio de Justicia.
Sin duda que la estabilidad económica y los índices de crecimiento que ha registrado el país en los últimos 10 años es un factor que incide en que las personas tengan mayor acceso a los diferentes aparatos tecnológicos como computadores, tablets y teléfonos móviles. Si la renovación de estos equipos hace 8 ó 10 años se realizaba entre los 6 y 8 años, generalmente cuando terminaba su vida útil, en la actualidad se realiza cada 2 ó 3 años, incluso hay empresas y personas que la realizan cada un año.
Esto ha significado que en el 2009 cada habitante de Chile producía 0,5 kg de basura electrónica al año. Cinco años después, según un estudio de la universidad de Las Naciones Unidas del 2014, cada chileno está produciendo 9,9 kgs. de basura electrónica al año, convirtiéndonos en el país de Latinoamérica que más genera este tipo de residuos.
Este mismo estudio proyecta que para el 2018 cada habitante del planeta producirá 5,8 kg. de residuos electrónicos por año, por lo que el problema de Chile en esta materia es gravísimo y este se empeora aún más si consideramos que el 81% de los residuos electrónicos tiene destino desconocido y el 19% restante o son enviados a rellenos sanitarios, junto a residuos domésticos o se valorizan y reciclan.
En Chile y en Latinoamérica el reciclaje electrónico es una industria incipiente que requiere de investigación, desarrollo y técnicas innovadoras que permitan la valorización del 100% de los componentes de un equipo o dispositivo tecnológicos. En la actualidad al no contar con la tecnología adecuada para separar o valorizar metales se debe exportar a Estados Unidos, Europa o Japón entre otros, donde pueden brindar la solución adecuada a este este tipo de residuos.
Muchas organizaciones y personas acumulan en sus bodegas o casas computadores y aparatos viejos, sin saber muy bien qué hacer con ellos, o los tiran junto a la basura común, ignorando que este tipo de artefactos guardan componentes dañinos para la salud y el medio ambiente, como plomo, cadmio o mercurio.
En Chilenter apostamos por dar una solución innovadora y sustentable a los computadores en desuso, transformando lo desechado en apreciado, a través del reacondicionamiento y reciclaje, por eso trabajamos arduamente para valorizar todos los residuos que se producen a partir de un equipo electrónico.
El 55% de los aparatos en desuso que llegan a Chilenter se reacondicionan, el 45% restante son valorizados ya sea en forma local o en el extranjero, a través de exportaciones a países europeos donde existe la tecnología apropiada para separar de las piezas los metales preciosos como cobre, plata y oro, que luego vuelven a usarse como materia prima. Desde el 2009 a la fecha hemos procesado más de 1.600 toneladas de residuos tales como procesadores, memorias, CPUs, cables, celulares, lectores de DVD, entre otros. Además, en forma inédita en el país, el año 2014 iniciamos el plan de manejo de responsable de los monitores de tubo de rayo catódico (CRT), cuyos residuos contienen plomo, gracias a este trabajo, 250 toneladas de ellos se enviarán a Europa para ser desarmados y reciclados en condiciones seguras.
Creemos en que los esfuerzos mancomunados de todos los actores sociales pueden ser la mejor forma de avanzar, sumando recursos, experiencias, aprendizajes y voluntades, podemos ir al mismo paso en que avanzan las TICs, sin que sus residuos nos ganen la carrera.