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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Nelson Quichillao y la lucha por el trabajo decente

El año 2015 será recordado, entre otras cosas, por la muerte del peñi Nelson Quichillao, trabajador subcontratado por una empresa que presta servicios a CODELCO, en el marco de legítimas movilizaciones sindicales violentamente reprimidas por Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile, quienes decidieron dispersar a los trabajadores mediante el uso de sus armas de servicio.

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Revolución Democrática es Somos un movimiento político que busca construir una democracia participativa en Chile, nacimos de las movilizaciones del 2011 y venimos para aportar a construir un Chile solidario e inclusivo para tod@s.

Por Leonardo Rissetti, Asesor legislativo Diputación RD y Margarita Portuguez, Coordinadora Frente de Trabajadores RD. 

Es muy violento pensar que en pleno siglo XXI, en una sociedad democrática y con Estado de Derecho, tenga que morir un trabajador en el contexto de una huelga. Es el diálogo y no la represión el camino civilizado para resolver los conflictos laborales en una sociedad moderna que aspira al desarrollo.

Nuestro modelo de relaciones laborales está basado en un desequilibrio entre el capital y el trabajo, a favor de los propietarios de los medios de producción. Las bajas tasas de sindicalización, la negociación colectiva restringida a la empresa (excluyendo la posibilidad de negociar colectivamente por rama productiva de forma obligatoria), el derecho a huelga con cortapisas y los bajos salarios de la gran mayoría dan cuenta de nuestra lamentable realidad socio-laboral, en un país que presenta el contraste de la desigualdad extrema donde el 1% de la población concentra el 30% del PIB y donde unas pocas familias y grupos económicos son propietarios de la mayoría de los medios de producción estratégicos.

En este contexto, es heroica la lucha sindical de la Confederación de Trabajadores del Cobre, ya que gracias a su compromiso y perseverancia ha logrado, en los hechos, establecer un sistema de negociación colectiva ramal, negociando directamente con la mandante (CODELCO) por condiciones laborales comunes para todos los trabajadores subcontratados, sin importar la empresa de la que vengan.

La subcontratación como fenómeno laboral, hasta el día de hoy ha sido una fuente de precarización, en especial para la gente que se desempeña en la minería. La presión, la movilización y el diálogo, permitió a la CTC la firma en los años 2007, 2009, 2011 y 2013 del Acuerdo Marco. Este es un ejemplo que trabajadores organizados desde un sector completo de la economía pueden, en marcos de autonomía y libertad que se les reconoce, pactar con varias empresas un grupo de condiciones uniformes para todos, dándole dinamismo y certidumbre a las distintas empresas sobre las estipulaciones de los contratos de sus trabajadores.

Durante el último período de negociación, la empresa estatal se ha negado a suscribir nuevamente un acuerdo con los trabajadores subcontratistas, diciendo que la negociación supra empresa en Chile no existiría y es ilegal. Dicho argumento no resiste análisis. Si bien es cierto, la negociación colectiva regulada exhaustivamente en el Código del Trabajo es obligatoria sólo a nivel de empresa, cualquier contrato colectivo de trabajo que sea suscrito entre una empresa y varios trabajadores es perfectamente lícito. Pareciera ser que en nuestro país nos negamos a regular lo evidente, haciendo que el derecho se vea sobrepasado por los hechos. Por ejemplo, aún sigue prohibida la negociación colectiva y la huelga en el sector público a pesar de ser una realidad que vemos todos los años al negociarse el presupuesto de la nación.

Otra vía para superar la precariedad laboral que genera la subcontratación, es promover como política pública la creación de cooperativas de trabajo, donde los trabajadores sean co-propietarios de la empresa en la que trabajan de manera autogestionada prestándole servicios, en este caso, a las grandes empresas mineras. Aunque esto es replicable en cualquier sector productivo. Esta es una modalidad que la propia OIT ha reconocido como un mecanismo de promoción del Trabajo Decente, ya que los propios trabajadores de manera democrática deciden sus condiciones de trabajo en el marco de negociaciones contractuales con otras empresas a las que le prestan servicios. Las cooperativas de trabajadores son un mecanismo que garantiza equidad e inclusión social de manera democrática y civilizada.

En este momento se está discutiendo un moderado proyecto de reforma laboral en el Senado, que mantiene prácticamente inalterado el plan laboral de José Piñera impuesto en plena dictadura cívico-militar, y con una desatada campaña del terror por parte del gran empresariado (la misma minoría que acumula parte importante de la riqueza) para neutralizar los derechos colectivos de los trabajadores y así mantener las relaciones de poder a su favor.

Esperamos que el año 2015 sea recordado no sólo por esta tragedia y luto del movimiento sindical chileno, sino como uno en que comenzamos a avanzar legislativamente, aunque sea de manera tímida, en la conquista de derechos colectivos que vayan garantizando condiciones de Trabajo Decente.

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