¿Qué hacer con el 60% de los profesionales que en Chile no encuentran trabajo en su profesión?
Actualmente en Chile hay más de 1.200.000 estudiantes en la educación terciaria (Mineduc). Y, por supuesto, esto plantea un desafío de carácter laboral. ¿Cómo insertar a todos esos jóvenes en las áreas en las que pretenden desempeñarse, sin generar sobrecarga de profesionales y técnicos en el mercado?
Lionel Valenzuela es Director MBA Universidad Técnica Federico Santa María, Doctor en Ciencias de la Ingeniería y MBA USM.
Una encuesta de Adecco, empresa que se encarga se hacer estudios relacionados a los recursos humanos, estableció que en nuestro país, el 60% de los profesionales no ejerce su profesión. Una altísima cifra que, según la cantidad de estudiantes actuales, anticipa que se puede continuar multiplicando en los próximos años. Este problema, que no está resuelto aún por parte del Estado –lo que sería la situación ideal- sí lo han resuelto personas que no han visto posibilidad de desarrollo en las áreas en que profundizaron sus estudios. Pero, ¿cómo?
Una de las posibilidades es emprender. Por ejemplo, el 22% de aquellos que no se desenvuelven en sus áreas de estudio optó por montar una iniciativa propia. Ante esto, se levanta con mayor fuerza la idea del emprendimiento como opción de vida.
Según el último reporte GEM Nacional (Global Entrepeneuership Monitor), que estudia las condiciones para el emprendimiento en Chile y el mundo, señala que el 81,2% de los emprendedores iniciales manifestó que su motivación para emprender fue una oportunidad de negocio y que el 17,6%, lo hizo por necesidad. De todos ellos, el 64% tiene estudios superiores más allá de la escolaridad obligatoria.
En conclusión, hay una deficiencia del mercado que es nociva para los sueños de quienes acceden a estudios superiores, puesto que éste no logra abrazar a todos aquellos que estudian para desarrollar su vida en un área determinada.
Lo positivo de todo esto es que, de ese grupo existe una gran cantidad que se anima, se atreve y confía en crear, en volcar una buena idea para satisfacer necesidades sociales o de mercado y que, además, lo hacen con esperanza de crecer y generar empleo. Por ejemplo, el 46% de aquellos que emprenden por primera vez, espera contratar de uno a cinco trabajadores en los próximos cinco años.
En épocas de bajo crecimiento y de estudios superiores que no resuelven siempre el futuro de nuestros jóvenes, el emprendimiento es una buena alternativa para asumirla como forma de vida. Atreverse, asumir el desafío y encontrar un Estado promotor de las buenas ideas es relevante.