Taller de Princesas: La culpa no es de Cathy Barriga
Sin duda que cuando uno quiere enterarse de lo que sea, Twitter es la mejor herramienta. Sólo con revisar los famosos TT o “gatitos” se puede saber qué sucede, qué se comenta… o qué se le ocurre a las mal llamadas personalidades que abundan en Twitterlandia. Y cuando vi que Cathy Barriga estaba subiendo como espuma, era para preocuparse.
Antonio Sandoval Cañón es Es Periodista de la Universidad de Santiago de Chile y realizó un Magíster en Ciencias de la Comunicación en la misma casa de estudios, especializándose en Periodismo Digital. Se ha desempeñado como editor periodístico en medios de comunicación radiales, escritos, web y televisivos. En la actualidad dicta cursos periodísticos en diversas instituciones de Educación Superior
Con estupor me enteré que la ex Robotina (también ex chica Mekano, ex de Ronny Dance y ex del español sin gracia que ganó La Granja VIP), ahora consejera regional, tuvo la genial idea de crear un “Taller de Princesas” para niñas, donde se les enseñará, entre otras cosas, a “ser más femenina, expresión corporal, fotografía y protocolo”. Todo esto textual según el mismísimo aviso que ella publicó en las redes sociales.
Pero ella no tiene la culpa.
Me acordé de inmediato de la carrera de Administración de Servicios que imparte la Universidad de los Andes, una especie de “Escuela de Señoritas” que ya en 2004 sacaba chispas entre quienes se enteraban que existía una institución de educación superior que creaba a la fémina perfecta, al más puro estilo de Nicole Kidman en “Stepford Wives” o Julianne Moore en “Far from Heaven”.
En ese entonces Anita, una de sus orgullosas alumnas, contó a LaNación.cl que “para mí lo más importante es que me enseñan a ser una súper mujer, súper woman o súper nana, como nos dicen en la universidad. De todas formas nos adoran porque nos fijamos en cosas que el resto no se fija; la casa, la cocina, la pieza, en el orden, en cómo organizar el tiempo, y en tu relación con los demás; saber callar cuando tienes que callarte”.
Insisto. No vamos a crucificar a Cathy Barriga de Lavín Jr.
Y todo esto pasa mientras en Argentina se lanzó con bombos y platillos el libro “Colección Antiprincesas”, pues ya estaban chatos de la chiquilla linda, bien peinada, maquillada y débil que tenía que ser rescatada por un príncipe muy fino que llegaba sobre un caballo percherón.
La iniciativa, creación de Nadia Fink, vio la luz en junio pasado con un libro sobre la pintora mexicana Frida Kahlo, para luego seguir con la cantautora chilena Violeta Parra y después con Juana Azurduy, la heroína boliviana de las luchas de independencia.
Ejemplos de mujeres que dejaron una huella en la sociedad y que son ejemplos a nivel internacional. Pero en Chile, la consejera regional les quiere enseñar… ¡¡¡¿Qué les quiere enseñar??!!! ¿Planchado? ¿Separación de ropa de color? ¿A vestirse bien combinadas?
“Todas íbamos a ser reinas / de cuatro reinos sobre el mar: / Rosalía con Efigenia / y Lucila con Soledad”, escribió alguna vez Gabriela Mistral. Y si bien cada uno entiende lo que quiere, e parece que doña Cathy leyó el poema hasta acá no más.
Pero insisto, la culpa no es de Cathy. Ella vive feliz en su mundo y considera que lo que está haciendo es eligieron por ser “bonita, simpática y por salir en la tele”. Y de eso la ex Robotina no tiene responsabilidad alguna. Luego no se quejen de las autoridades que tenemos y de la importancia que le damos a gente que en realidad, no la tiene. Correcto. Los verdaderos responsables son los que la elijen.