Agenda Anticorrupción: Es hora que la Ciudadanía tome el timón
Entender el servicio público es complejo. Son tantos los procesos, sistemas y mecanismos en los que se constituyen los poderes del Estado, que se requieren largas y profundas horas de estudio para empezar a comprender su funcionamiento. Además de eso, es necesario identificar las diversas fuerzas políticas e ideológicas involucradas en los contrapesos con que se ejerce y administra ese poder.
Pablo Collada es Master in Business Innovation, CEDIM, Campus México. Licenciado en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México. Director Ejecutivo de Ciudadano Inteligente
Uno de los roles de las organizaciones de la sociedad civil dedicadas al fortalecimiento democrático es el de analizar, evaluar y explicar de manera clara y sencilla el funcionamiento de este Estado complejo y diverso. Esto, con el objetivo de que la sociedad pueda ejercer su Ciudadanía, entendida ésta como el derecho y el deber de participar en una comunidad de manera plena y responsable con el objetivo de optimizar el bienestar público.
En estos días en que la confianza en las instituciones y actores políticos en Chile se ha visto sumamente mermada a causa de una serie de escándalos y ejercicios poco éticos en la relación entre el dinero y la política, se hace necesario que la ciudadanía se involucre más intensamente, en lugar de alejarse y desinteresarse. En tanto que hay muchos motivos para dejar de confiar y ser escéptico frente al futuro, es justo ahora donde es más importante apostar a una reconstrucción en la que más personas estén involucradas.
Hay ideas, planes y propuestas de cómo combatir las prácticas de conflicto de interés y corrupción. Propuestas que se han estudiado y preparado a detalle por múltiples expertos, tales como las que surgieron del Consejo Asesor Presidencial convocado hace poco, al cual se le denominó Consejo Anticorrupción o Comisión Engel. Pero la realidad es que una propuesta buena vale de poco si no tiene una maquinaria detrás que la impulse y fortalezca.
Con varios de los escándalos recientes, hemos visto cómo grandes consorcios económicos han realizado acciones con bastante éxito para proteger sus intereses en el Congreso, y a pesar de avances como la Ley del Lobby, aún falta mucho para transparentar la influencia que muchos actores tienen en las leyes que nos regulan a todos.
Por eso se hace importante que ahora, entre todos, adoptemos el desafío de hacer nuestro propio seguimiento y evaluación de las reformas que se discuten en el Congreso. En estos meses están en juego toda una serie de reglas que podrían cambiarle el rostro a la democracia chilena y hacerla no sólo más transparente, sino más pareja, equilibrada y proba.
Algunas de las propuestas del Consejo Anticorrupción han sido adoptadas, mientras que otras –de mucha relevancia- se han quedado empantanadas por falta de apoyo o, en el peor de los casos, por bloqueos intencionados.
La ciudadanía tiene hoy la oportunidad de estar al pendiente de las discusiones ocurridas en el Congreso y del impacto de las decisiones que ahí se tomen. En ese sentido, desde Ciudadano Inteligente y Espacio Público, y en colaboración con un grupo importante de expertos en la materia, nos dimos a la tarea de armar un Observatorio Anticorrupción con el objetivo de dar seguimiento y evaluar el trabajo del congreso en las materias para las que el Consejo Presidencial fue convocado.
¿Se buscaban propuestas? Ahí están. Ahora es tiempo de cuidar que las ideas más sólidas y relevantes se lleven a buen puerto y presionar para que así sea. La ciudadanía puede y debe poner las manos en el timón y acompañar este barco que arriesga día a día la calidad de su democracia.