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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Elecciones, Latinoamérica y populismo

Latinoamérica vive un momento decisivo; en los próximos meses se realizarán elecciones que son cruciales para el futuro político de la región. La primera es el balotaje argentino, que enfrenta al Kirchnerismo representado por Scioli frente a la coalición “Cambiemos” presidida por Mauricio Macri. Las segundas son las votaciones locales que se vivirán en Venezuela, donde una oposición unida le competirá al régimen de Maduro.

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José Francisco Lagos es Presidente de la Fundación Chile Siempre

Desde el 11 al 13 de noviembre en Guayaquil, Ecuador, se realiza el 2do Parlamento Iberoamericano de la juventud, en el que me ha tocado participar. Han asistido representantes de 18 de los más diversos países de nuestra región. Acá he podido compartir con varios de ellos y por supuesto con un interés especial en los representantes de los países gobernados por populismos o dictaduras.

Este parlamento ha servido para dos cosas principalmente: La primera es la condena absoluta a las dictaduras venezolana y cubana, donde los respectivos regímenes han abusado de su posición y han degradado las instituciones de sus países afectando enormemente a sus pueblos; y la segunda, es la construcción de una alternativa iberoamericana distinta, que tiene una respuesta clara al populismo, pero que al mismo tiempo es propositiva.

El representante de Venezuela, un profesor de Derecho Constitucional que vive en Caracas, nos ha aclarado bastantes dudas sobre el régimen de Maduro. Una inflación que ha llegado al 200%, donde el cambio oficial establece el dólar a 6.30 bolívares, pero que en el mercado informal ya llega a 850. Lo anterior si bien parecen ser solo cifras, se materializa en escasez de elementos de supervivencia básicos que alteran día a día la dignidad de los venezolanos.

A esto se le suman todos los bochornos políticos y judiciales que ha provocado la dictadura de Maduro: la destitución de alcaldes, parlamentarios y la encarcelación de opositores políticos resulta ser solo la punta del Iceberg de un régimen descompuesto por la corrupción y el clientelismo.

Ante esta realidad sigue llamando la atención los referentes políticos internacionales que tiene la izquierda en nuestro país, no solo lo “anecdótico” del canto de la lista ganadora de la FEUC señalándose como “hijos de Guevara, Chávez y Fidel”, sino que también miembros importantes de la coalición de gobierno que no han sido capaz de condenar abiertamente estos hechos porque han privilegiado la ideología que el bienestar de un pueblo entero.

Latinoamérica necesita una voz fuerte condenando cualquier tipo de dictadura y por supuesto el populismo, gobiernos que han sumido en la pobreza e incluso a la marginalidad a miles de personas de nuestros países, de manera tal que el silencio cómplice que nos ha caracterizado debería avergonzarnos. Pero de la misma manera, no basta con solo oponerse, sino que también es necesario construir una alternativa diferente, abierta y convocante.

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