El momento de quiebre de TVN: ahora o nunca
"Un Director Ejecutivo no hace magia, pero al menos tiene espacio para tomar las decisiones y armar los equipos que efectivamente generen los cambios para salvar una empresa".
Luego de meses de intentar dar vuelta la pésima situación del canal público y con algunos ases de luz en el universo del rating, TVN pasa por un momento de quiebre con la selección del nuevo Director Ejecutivo de la estación. ¿Qué traen los candidatos? ¿Qué debe hacer el canal para salvar su historia?
Vamos por parte. Un Director Ejecutivo no hace magia, pero al menos tiene espacio para tomar las decisiones y armar los equipos que efectivamente generen los cambios para salvar una empresa. En el caso de TVN, son decisiones estratégicas las que definirán si hay mambo hacia el 2020 o si habrá que dejar al gigante televisivo instalado en una casa de retiro.
1- Director Papá o Director Nuevo
¿Que sabemos de Jaime de Aguirre y de Pablo Morales? Para los que se mantienen actualizados, ambos suenan como las opciones más viables para el cargo de Director Ejecutivo en Bellavista 0990 y sus carreras han estado bastante entrelazadas. Ambos fueron parte activa del proceso que llevó a CHV de canal chico sin gracia a un contendor en el rating y la economía de los medios frente a los gigante de ese momento (TVN y C13), claro que desde niveles distintos. De Aguirre era ese jefe final que ponía la firma. Morales, por otro lado, fue efectivamente el que tomó decisiones arriesgadas, jugadas y rupturistas (hayan gustado o no) para llevar al canal a un lugar mejor.
¿Si fueron parte del mismo proceso, hay diferencia? Claro. Visualiza esto como tu oficina o el lugar donde trabajas. Pablo Morales fue ese cargo medio que pensó, ejecutó y armó cosas choras, distintas, criticables pero arriesgadas. De Aguirre fue el que lo dejó. ¿Se capta la diferencia? No vamos a desmerecer la trayectoria de Don Jaime, pero en este momento que hay que mirar el futuro de la TV en los próximos 10 años y cómo salvar al canal en ojalá 12 meses, la visión joven es probablemente la más nutritiva para el armatoste avejentado de TVN.
Olvidé mencionar que Don Jaime estuvo metido en el caso SQM. No digamos que es un indicador de maldad absoluta, pero siendo TVN una empresa tan importante, sería lindo que partieran alguna cosa con alguien sin salpicones… ¿o no?
2- Canal nuevo, no programas nuevos
Seamos claros, en el negocio de los medios, no basta con poner huevos, hay que cacarearlos. TVN tiene efectivamente varios productos de valor y muy buena calidad dentro de sus filas. El trabajo del departamento de prensa es impecable, “Tu que harías” y “Puro Chile” son joyitas que hay que valorar. Lo cierto es que aún con productos de calidad, aplaudidos por la crítica y quienes los ven, el rating no parece explotar. Y es lógico.
Piensenlo. ¿Alguna vez fueron a un restaurant tan pero tan malo que tomaron la decisión de no volver a comer ahí? Han pasado años, cambiaron al chef, a los dueños y la carta… pero aún así ni se te ocurre entrar. Esos es lo que pasa con TVN, lo que durante unos 10 años ocurrió con Mega: te los saltas.
La única solución para esto es un cambio conceptual, un cambio público de TVN como imagen, como discurso y como persona, que vaya acompañado de una parrilla efectivamente distinta de programas que puedan atraer a la audiencia. No basta con comprar teleseries para abuelos y cuarentones, hay que mezclar con liviandad, con juventud y sorpresa que llame la atención de la nueva audiencia. Si TVN no tiene algo nuevo que decir y no te promete que realmente cambiaron de chef, es muy poco probable que los intoxicados de su cocina vuelvan a darle una oportunidad.
3- El Modelo de Negocios
Aquí le voy a adelantar la pega a quien sea que salga Director Ejecutivo del canal.
Sabemos que TVN tiene como foco 2016 continuar con el trabajo de Carmen Gloria Lopez en la reducción de personal y estructuras de la estación, todo pensado en abaratar costos y volver a TVN un canal rentable, pero volver a una empresa rentable no sólo puede lograrse reduciendo los costos, sino que también maximizando las ganancias. Suena obvio, pero para un canal que no la ha visto fácil parece ser un ángulo olvidado.
TVN tiene la posibilidad de hacer un cambio estructural en la manera como sintonizan con la industria y en una visión personal (basada en harto estudio), la respuesta se encuentra en la participación y el rol del canal: ¿Soy el canal de todos los chilenos? ¿Podría crear fórmulas que efectivamente permitieran a todos los chilenos ser parte del canal? En un mundo multiplataforma la idea de crear estructuras de crowdsourcing de contenidos bajo un universo hiperconectado no es ninguna locura. De hecho es el futuro próximo.
Hoy por hoy la señal pública puede crear estructuras comerciales digitales. Puede generar procesos de participación para la pequeña productora, para el youtuber loco, para la agrupación jugada y cuantos otros elementos de visión país efectiva y rupturista pueden haber dando vuelta que rentabilicen el uso de la señal y más aún la infraestructura de producción de contenidos en su máximo esplendor. Con peras y manzanas mejor.
Imagina un TVN Online en donde cualquiera puede crear un contenido. Imagina que los mejores de todos tienen auspiciadores y pequeños genios de los medios pueden rentabilizar su emprendimiento loco por amor al arte. Imagina que los con mayor potencial son coproducidos con el canal para mejorar su calidad. Imagina que los mejores de esos obtienen un espacio en la parrilla masiva y se transforman en los programas para la audiencia de hoy. ¿Suena loco elegir los programas, rostros y cabezas pensantes en función a los resultados que van logrando? No es difícil de imaginar ni de hacer, es cosa de decidir.
Sacar gente es super fácil. Maximizar la rentabilidad de un equipo y sus espacios es difícil, pero el resultado es mil veces más gratificante y valioso.
Sea como sea, TVN está en un punto de quiebre. Los que amamos los medios queremos que den el salto, que se pongan al día con la audiencia, con el país y con la industria y nos demuestren que pueden haber cabezas innovadoras que miren hacia adelante y creen una televisión funcional, inclusiva y con calidad de exportación que lleven a Chile a ser un ejemplo global de como hacer las cosas.
Si dejamos de mirarnos el ombligo, dejamos jubilar a las viejas glorias y buscamos la luz en las oportunidades, estoy seguro que TVN puede ser lo más grande que ha visto nuestro país. Una nueva imagen, un nuevo rol y una nueva visión de que significa ser televisión y que significa ser “De Todos los Chilenos”. Esperemos que los que deciden tenga el mismo apetito y la misma visión de futuro que los que amamos la TV.