Chile necesita imperiosamente un Control Preventivo de Identidad
Acá hay un instrumento que es absolutamente claro, prístino y cristalino, y que será utilizado con nuevas tecnologías que van a permitir que entre 11 y 14 segundos las personas puedan ser controladas en su identidad.
Daniel Farcas es Diputado del PPD del distrito N°17 (Conchalí, Huechuraba, Renca) e integrante de la Comisiones de Economía, Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y Seguridad Ciudadana. Coordinador de la Red Ciudadana Santiago Norte, administrador público de la Universidad de Chile y Ph.D. en Leadership in Higher Education, Capella University (USA). Ex director del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), y ex director de la División de Organizaciones Sociales (DOS).
El control preventivo de identidad es parte de la agenda de seguridad ciudadana del Gobierno y un instrumento que ha sido solicitado por las policías para poder detener a quienes se encuentran prófugos de la justicia, y que evidentemente hoy pueden estar reincidiendo y cometiendo delitos.
Es por eso que este procedimiento es un elemento tan importante y efectivo, por lo que cuando algunos intentan de manera caprichosa confundirlo con la detención por sospecha, a quienes luchamos contra la dictadura francamente nos genera no solo una sensación amarga, sino que también evidencia la directa relación que existe entre lo que la ciudadanía nos está pidiendo y lo que algunos no quieren que hagamos.
Acá hay un instrumento que es absolutamente claro, prístino y cristalino, y que será utilizado con nuevas tecnologías que van a permitir que entre 11 y 14 segundos las personas puedan ser controladas en su identidad. Hemos incorporado, además, que cualquier tipo de identificación sea aceptada, por lo que un pase escolar, el carnet de un club deportivo o de una biblioteca y cualquier otro documento que las personas tengan permitirán que el trámite sea efectivo. Del mismo modo, debemos recordar que esto se usa en los partidos de fútbol, cuando uno sale del país y control automovilístico, por lo tanto no es algo nuevo.
La polémica que sea ha desarrollado lógicamente tiene que ver con nuestro pasado y con la dictadura que hemos vivido, y obviamente es posible entender la preocupación de algunos y particularmente de ciertos organismos internacionales que ven en este tipo de instrumentos alguna posibilidad de que se vulneren los derechos de las personas, pero francamente debemos entender que ya no estamos en dictadura y que diversas instituciones han hecho un esfuerzo por incorporar las materias de derechos humanos, y es este aspecto valoramos lo que ha hecho la PDI y Carabineros.
Por último, y como elemento central, no hay nadie más interesado en que no haya tipo alguno de discriminación que quienes hemos levantado este proyecto, particularmente los que conformamos la comisión transversal de seguridad ciudadana, ya que para nosotros es un elemento clave en que existe un país diverso con igualdad de oportunidades y sin discriminación. Resulta ofensivo para quienes hemos promovido este tipo de iniciativas que se nos diga que tenemos algún tipo de posibilidad de permitir que este instrumento pudiera utilizarse de otra manera, por eso que en ese marco defendemos lo que la Presidenta Bachelet ha enviado al Congreso, lo que se aprobó en la Cámara y lo que se aprobará en el Senado.
Además, acá hay un vínculo muy fuerte con la gente ya que el 86% de los ciudadanos apoyan este tipo de medidas según la encuesta Cadem, lo que es un elemento sumamente importante porque nosotros no votamos solamente en función de lo que creemos y nuestras convicciones, sino que también representamos a las personas. No me cabe la mayor duda que la mayoría de la gente espera mayores penas para quienes reincidan y cometan delitos violentos.