Las competencias blandas en los jóvenes para conseguir su primer trabajo

La juventud de Chile y América enfrenta condiciones laborales particularmente desafiantes, situación que ya podemos visualizar en varios países con altas tasas de desempleo e informalidad en los trabajos. Este contexto se ha ido materializando en años recientes y ha conformado una nueva visión de la realidad entre los jóvenes y su relación con el empleo. Está comprobado que una buena inserción laboral juvenil redunda en empleos de mejor calidad en el futuro. En cambio, un mal comienzo laboral, en un extremo, puede desencadenar la situación de pobreza y convertirse en un obstáculo difícil de remontar a lo largo de su trayectoria.

Cuando salen a buscar un empleo los adolescentes deben enfrentar numerosas negativas, como tasas de desempleo que duplican a la del resto de la población. Y muchos de ellos, cuando consiguen un trabajo, con frecuencia se ve que son en condiciones de informalidad. Esta situación puede atribuirse en muchos casos a la falta de experiencia y formación, así como también a las situaciones macro y microeconómicas por las cuales puede estar atravesando el país o la región. Esto es especialmente relevante en un momento como el actual, donde muchas naciones enfrentan un proceso de desaceleración del crecimiento económico, cuya duración es difícil de predecir y logra aumentar las tasas de desempleo.

Por ello, para tener una inserción laboral exitosa, los jóvenes deben llegar al mercado laboral ya contando con experiencias, aptitudes, habilidades o destrezas, además, de las formas para promover el trabajo decente, por lo que sin duda debe empezar con esto en una etapa temprana como lo es la escuela. Esto es sumamente importante, ya que como el mercado laboral fue mutando a través de los años, en el que los trabajos de por vida casi ya no existen, se debe reforzar la necesidad de acciones que permitan mantener la empleabilidad a lo largo del ciclo de vida de las personas. Lógicamente que el mismo joven debe capitalizarse constantemente con capacitaciones, nuevas experiencias, entre otros aspectos.

Cuando un adolescente sale por primera vez al mercado laboral a buscar su primera pega, no tiene aun tantos conocimientos técnicos, por lo que lógicamente que las empresas no los requerirán. Lo que si evaluará son las denominadas competencias blandas, las cuales son esenciales para aprender y desempeñarse exitosamente en el trabajo. No olvidemos que las habilidades blandas o soft son aquellas que tienen que ver con la puesta en práctica integrada de aptitudes, rasgos de personalidad, conocimientos y valores adquiridos.

Sin dudas que las competencias blandas con las que deben contar los jóvenes en mayor o menor medida para su primera pega son entre otras, manejar una buena comunicación interpersonal, empatía, iniciativa, proactividad, orientación al cliente y hacia los resultados, adaptabilidad, captación para aprender rápidamente, persistencia, orden, trabajo en equipo y organización. La capacitación en competencias técnicas o duras es una condición necesaria, pero no suficiente para obtener un empleo bien remunerado.

Para el mundo laboral, por otra parte, las competencias blandas son muchas veces más relevantes que las competencias duras. Antes de realizarse una contratación o una promoción, el empleador evalúa de una u otra manera las competencias blandas del candidato a través de diversos test. Por lo cual los jóvenes deben desarrollar sus habilidades blandas. Tienen que ser sumamente ágiles, captar rápidamente y desarrollar nuevas habilidades, según se vaya presentando la demanda para ellos. Por ello, es ideal que los jóvenes se involucren bien en actividades extracurriculares, para desarrollar este tipo de habilidades blandas.