¿Vio el video del perro maltratado? Yo fui quien lo grabó

Han pasado cuatro días desde que presencié una de las escenas más macabras de mi vida. Iba con mi novio subiendo una colina en auto en Alhue cuando por la pista contraria vimos una camioneta doble cabina que arrastraba a un perro con una cuerda amarrada a su cuello, ahorcándolo. Sin pensarlo nos dimos la vuelta para perseguirlo y el hombre, más huía mientras más acelerábamos, quebrándole las patas al animal. Esto duró unos cuatro minutos de tortura para este perrito, hasta que finalmente la rueda le arrancó una pata y no pudimos seguir. Impactados, con sangre en el capot y en el parabrisas, nos detuvimos a llorar. En el video, habrán escuchado mi voz que repetía “¿pero por qué?, ¿por qué?” Y es que aún hasta el día de hoy no lo comprendo. He intentado pensar que el perro le mordió algún animal o algún hijo pero eso no me alivia, pues no justifica torturarlo. Por último, regálelo.

Lo que vino después fue peor. Me encontré con una justicia que no existe para los animales, donde hay más leyes para los autos que para los animales. Al parecer son cosas que están a nuestra merced y a las cuáles les podemos hacer lo que queramos. Esa es la conducta imponente del ser humano. Creerse dueño de los animales y de la naturaleza.

Cuando detuve ese día a una camioneta de Carabineros y les enseñé el video y me dieron como respuesta que fuera a a hacer una constancia (y todos sabemos que eso queda en nada), me decidí a hacer justicia social y subir el video a Twitter, el cual se hizo viral en cosa de minutos. Cuando la noticia salió en los medios, recién me llamó la PDI para decirme que irían el lunes a mi trabajo a tomarme la declaración. Hasta hoy jueves, no han llegado.

La justicia no existe para nuestros animalitos y lo peor es que vi en un noticiero que este hombre tenía más perros ¿Quién los protege de este salvaje?

Creo que en este caso, se hizo justicia social mediante la condena de la comunidad a este sujeto. La gente de inmediato intentó ubicarlo y no sé ni cómo llegaron con su nombre y hasta rut, inclusive una fotografía, la que se hizo pasar entre los usuarios de las redes sociales. Me duele el alma el que finalmente, en este y otros casos, sea la gente la que tenga que hacer justicia frente a una justicia ineficiente y hasta inexistente. Creo que de no ser por lo twitteros, este hombre con su tortura, habría pasado sin pena ni gloria.

Estoy agotada emocionalmente, pues me decidí a aparecer en los medios y noticieros dando mi testimonio, donde en cada entrevista, me hacían recordar lo que vi y volver a sufrir, una y otra vez. Tampoco estaba acostumbrada a ese nivel de exposición ni que a cada rato tuviera cincuenta o cien tweets. Esto resultó en un costo emocional no menor, pues me estresé el doble pero saben, no me arrepiento. Hice lo que tenemos que hacer. No debemos quedarnos cómodamente viendo cómo estas cosas pasan por no vernos expuestos. No importa exponerse si es por una causa justa. Agradezco cara RT, cada mención, cada persona que se sintió tocada en lo profundo de su corazón con las horribles imágines pues sin ustedes, no existiría ahora justicia social. Hago un llamado a no callar, a denunciar, a gritar en las redes sociales hasta que quedemos sin voz, hasta que nos escuchen, A UNIRNOS, porque mientras todo estemos juntos, trabajando por la misma causa, haremos que estos casos se conviertan en noticia y alguien, tendrá que escucharnos. Como dice el refrán, “el pueblo unido jamás será vencido” y esto no es de izquierda, es una realidad que traspasa las creencias políticas. Es una realidad pues une el entramado social, lo hace fuerte, más fuerte que las autoridades, que reaccionan frente a lo que pedimos. Así es que estemos unidos, peleemos por lo que es justo y utilicemos las redes sociales de la mejor manera posible.