Productividad y participación laboral femenina
Mientras los costos de tener hijos estén asociados sólo a las mujeres seguirá siendo difícil para ellas acceder al mundo laboral y poder conciliar su trabajo y su familia.
Victoria Paz es Periodista, ingeniero comercial, magister en políticas públicas y magister en economía.Ha trabajado como asesora de gabinete en los Ministerios de Economia y Trabajo y en un techo para chile como directora del centro de investigación social. Actualmente se desempeña como consultora en temas de empleo y desarrolla temas de género en la iniciativa Maternidad y Trabajo.
En los anuncios realizados ayer por la comisión de productividad de la CPC destaca, entre las medidas para aumentar la participación laboral de grupos excluidos, la de reemplazar el actual mecanismo de provisión de sala cuna para madres trabajadoras por un nuevo mecanismo no discriminatorio y de mayor cobertura.
La ley de salas cunas es de las mayores discriminaciones que sufrimos las mujeres hoy. En la legislación actual se establece que tienen derecho a sala cuna las trabajadoras de empresas que tengan más de 20 mujeres contratadas. ¿Qué es lo que pasa? Muchas empresas no pasan de la mujer número 19 porque el costo que acarrean es muy grande.
Según la encuesta laboral de la Dirección del Trabajo 2011 un 88% de las empresas del país tienen menos de 20 trabajadoras. Mientras los costos de tener hijos estén asociados sólo a las mujeres seguirá siendo difícil para ellas acceder al mundo laboral y poder conciliar su trabajo y su familia.
Existe un proyecto de ley en carpeta, para acceso universal a sala cuna, el cual ha contemplado la creación de un fondo financiado por un 1% del sueldo imponible y que sería descontado de lo que actualmente se aporta al seguro de cesantía. El proyecto se retiró para hacerle mejoras, entre ellos diseñar un sistema de financiamiento tripartito de trabajadores, empresa y estado.
Espero que este nuevo impulso desde el mundo empresarial permita reponer el proyecto a la brevedad, y cuente con las voluntades públicas y privadas para rápidamente superar una de las mayores discriminaciones femeninas.