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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

El reloj de la derecha va hacia atrás

Desde el Frente de Trabajadoras y Trabajadores de Revolución Democrática, expresamos que es urgente desarticular el plan laboral de José Piñera, para avanzar hacia un sindicalismo politizado, activo, consciente, decidido y solidario. Y hay más, ya que esos cambios no se lograrán sin cumplir un objetivo final que es el de tener una Nueva Constitución.

Por Pablo Padilla Rubio
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Pablo Padilla Rubio es Coordinador del Frente de Trabajadoras y Trabajadores de Revolución Democrática

Pareciera que a la derecha (tanto económica como política) le complace ir a contrapelo de los tiempos. La mayoría del país reclama cambios profundos en muchos frentes, se inicia una nueva etapa del proceso constituyente. Pero el sector más retrógrado de nuestra sociedad se empeña en bloquear toda iniciativa que amenace mínimamente sus privilegios. Lamentablemente, hay algunos sectores dentro de la Nueva Mayoría a los que no les incomoda este tipo de recursos.

Es lo que sucede con los requerimientos ante el Tribunal Constitucional presentados en estos días ante el trámite de la Reforma Laboral por la UDI y RN. Y no les basta con uno: hacen dos presentaciones, intentando frenar la titularidad sindical, la extensión de beneficios, la negociación colectiva interempresa y el derecho a información. Todo esto suena a un exceso, considerando que estos puntos son los escasos avances que presenta una Reforma más bien llena de retrocesos. El reloj de la derecha sigue moviéndose hacia atrás, hacia un tiempo donde los trabajadores pierden sus conquistas históricas. Todo eso bajo la falsa consigna de defender a las Pymes, el trabajo y el crecimiento.

Este tipo de maniobras sólo confirman que las reformas profundas para Chile se hacen cada día más urgentes. Hay que luchar no sólo para evitar que se bloquee todo avance, sino que para terminar con retrocesos disfrazados de “modernización”. Esa urgencia es la tarea de todos los que buscamos un sindicalismo transformador que sea parte de un cambio en esta historia.

Pero atención, estos cambios no serán todo lo profundos que se necesitan si no se acompañan con movilización, organización y unidad. El trámite casi concluido de la Reforma Laboral mostró que el proceso político debe ser acompañado y presionado por la movilización de trabajadoras y trabajadores. La presión constante de acción social, crítica y unión asegurará transformaciones radicales. Tan radicales como impulsar una Reforma Laboral de verdad y no una a medias. Tan radicales como construir una democracia de verdad en Chile, y no un simulacro al servicio de unos pocos.

Todos estos procesos pasan, necesariamente, por desmontar el establishment pinochetista. Desde el Frente de Trabajadoras y Trabajadores de Revolución Democrática, expresamos que es urgente desarticular el plan laboral de José Piñera, para avanzar hacia un sindicalismo politizado, activo, consciente, decidido y solidario. Y hay más, ya que esos cambios no se lograrán sin cumplir un objetivo final que es el de tener una Nueva Constitución. Si bien el Gobierno ha avanzado algunos pasos en esa dirección, creemos que el verdadero sentido democrático sólo se asegura si se realiza mediante una Asamblea Constituyente, con participación de todos los sectores del pueblo chileno.

Asamblea Constituyente para una Reforma Laboral de verdad, para que se acabe esa tercera cámara llamada Tribunal Constitucional, y para que, con una Carta Fundamental profundamente democrática, el reloj de Chile vuelva a ir hacia adelante y no en reversa, como le gusta a la derecha.

#CambiemosLaHistoria
#QuieroAC

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