Renuncia de Pepe Auth: ¿Qué es realmente el PPD?
Es por esto que la pataleta del diputado no parece otra cosa que ganas de tener más importancia dentro de un contexto en donde lo único que queda es demostrar quién puede gritar fuerte o demorarse más en dar su brazo a torcer. No hay principios, no hay fundamentos a los que Auth pueda echar mano para acusar a sus ex correligionarios.
Francisco Méndez es Periodista, columnista.
¿Qué es realmente el PPD? ¿Qué se piensa ahí? ¿Cuáles son sus motivos fundacionales? Muy poco se sabe. Sólo una cosa: el Partido por la Democracia fue construido como un partido “instrumental” por importantes políticos, entre ellos Ricardo Lagos Escobar. Su motivo, en su calidad de instrumento, era convocar a una serie de personas que estuvieran en contra de la dictadura y no fueran militante de ningún partido en particular. Cabe recordar que en esta tienda política se unieron desde ex socialistas, ex comunistas, hasta personas que se autodenominaban liberales.
Con el tiempo, el PPD fue dejando su carácter inicial para así centrar su existencia en su participación en la Concertación. Desde ese momento fueron cambiando sus ideas-y las maneras en que estas se desarrollaban- dependiendo del presidente que se encontrara a la cabeza del proyecto. Nunca ha habido mucha claridad con respecto a lo que buscan, independiente de los lugares comunes que suenan bellos y democráticos. No obstante aquello, siempre se les ha relacionado con algo concreto: como una fuente extraña de negociados-no todos comprobados- en los que diferentes directivos han estado involucrados ya sea por hechos o por simples dimes y diretes.
Guido Girardi, a quien el recién renunciado militante del partido Pepe Auth culpa de ser dueño del partido y obrar de malas formas, ha sido por años señalado como principal cáncer de la política de los últimos 26 años. Todo esto sin más pruebas que acusaciones en los diarios y comentarios de pasillo. Nada más. Ninguna acusación clara. Todo ambiguo, igual que su partido.
Pero detengámonos en Auth. El ex mandamás de esta colectividad golpeó la mesa por una serie de hechos que, al parecer, le colmaron la paciencia. Le molestaba el tono de la “retroexcavadora” del actual líder del PPD- frase que pasó a ser más bien un alimento para la derecha que una real acción política- como también el poco espacio para una “democracia interna”, en sus propias palabras.
Dicho esto, ¿no es raro todo lo que se le exige a algo instrumental que fue deviniendo en una perpetuación en el poder por el sólo hecho de que le quedó gustando? Porque eso es lo que parece el PPD: una gran oportunidad para obtener votos, ser parte de una de las coaliciones políticas más importantes de Chile, y hasta tener presidentes de la República, sin haber dicho nunca una idea clara sobre lo que los motiva y los llama a seguir adelante. Solamente el amor a formar parte de algo. O mejor dicho: por ser la representación clara de la política noventera de la ausencia de las doctrinas y los postulados.
Es por esto que la pataleta del diputado no parece otra cosa que ganas de tener más importancia dentro de un contexto en donde lo único que queda es demostrar quién puede gritar fuerte o demorarse más en dar su brazo a torcer. No hay principios, no hay fundamentos a los que Auth pueda echar mano para acusar a sus ex correligionarios. Y por lo mismo las discusiones no se basan en traiciones a un determinado pensamiento. Exactamente porque no hay un determinado pensamiento. No hay un eje principal que determine su accionar.
Aunque muchos digan que la creación de Lagos es hoy parte de la facción “izquierdista” de la Nueva Mayoría, lo cierto es que tampoco queda muy claro. Y eso pasa porque hasta sus compromisos con ciertos valores de la izquierda no son tan reales. Parecen más bien el esfuerzo por mantenerse en el gobierno apoyando cosas que, de un día para otro, podrían dejar de apoyar dependiendo de la dirección que tome la coalición. Todo esto por el poder.