CFT e IP: tenemos una educación que transformar
"Hacemos un llamado a los estudiantes de estas instituciones a que se organizasen, participen en el debate nacional e ingresen a la discusión educacional de la mano con la Confederación de Estudiantes de Chile".
Carlos Castillo es Presidente de la Federación de Estudiantes del CFT e IP Santo Tomás Ovalle.
No es extraño ver en las plenarias de la Confech discusiones entre federaciones de Universidades Estatales y Universidades Privadas, por ver quien tiene representa más a los estudiantes de estratos socioeconómicos más bajos. Mientras unos dicen que los estudiantes más pobres estudian principalmente en las Universidades Estatales, otros plantean que las Privadas son quienes más acogen a esos estudiantes. Lo cierto es que ni los unos ni los otros tienen razón: los estudiantes más vulnerables –y quienes después terminaremos siendo los trabajadores más precarizados– estudiamos en Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales (IP).
La reforma educacional nos entrega la posibilidad de colocar en el centro del debate público la precaria realidad que vivimos los estudiantes que estudiamos en CFT e IP: esta es una oportunidad histórica. Este año se tiene que discutir la totalidad de las transformaciones de la educación superior, una regulación a la educación técnico-profesional y por supuesto, la gratuidad de la educación.
En los CFT e IP estudian los estudiantes más vulnerables y es también en este terreno donde está la mayor desregulación del sistema. En nuestras casas de estudio no se permite prácticamente la organización estudiantil, el lucro está permitido por ley, no hay (hasta la reciente creación de 15 instituciones) oferta estatal y los cierres de instituciones y de carreras están a la orden del día.
Nuestra Federación es la primera federación de estudiantes de estas instituciones y es la primera –y única- organización de CFT e IP en la Confech. Difícilmente en un espacio con esta composición se puede discutir desde una altura de miras la necesidad de abordar las demandas de la educación superior técnico-profesional.
Tras los anuncios de la Presidenta Michelle Bachelet el 21 de Mayo, se evidencia la necesidad de fortalecer la organización del estudiantado de los CFT e IP, entendiendo que es fundamental que logremos la fuerza necesaria a lo largo y ancho del país para exigir que las diferentes casas de estudio se suscriban a la gratuidad, erradicando las descarnadas formas de lucrar que hoy se generan. Sin embargo, la discusión no se puede abordar solamente desde la perspectiva del financiamiento, sino que resulta fundamental para cambiar el sistema educativo de manera estructural, dar un paso importante en democratizar los espacios y potenciar la organización estudiantil. Esto requiere la creación de Centros de estudiantes que den pie a la creación Federaciones que logren dar el ancho, entendiendo que este es el año de la reforma. Los estudiantes de la clase trabajadora no pueden esperar 20 años más para abrir el debate de que hoy el mercado estrangula a los CFT e IP, mediante el constante cierre de sedes, de carreras, la creación de carreras interinas o la misma cancelación de matrículas a destajo, por parte de directorios y rectores que colocan sus intereses por sobre los y las estudiantes.
El Estado asumió el compromiso de la creación de CFT de propiedad estatal en todo el país, creemos que este es un paso importante para desplazar al lucro de la formación técnica y profesional, sin embargo, este proceso se queda vacío si es que no es acompañado por una álgida participación del conjunto de la comunidad. Desde el estudiantado tiene que se iniciarse una mayor participación en la orientación de las diferentes casas de estudio, proyectando y orientando estos CFT a intereses nacionales y locales, los que tengan un correlato directo con mercados laborales fértiles y no las grandes ofertas publicitarias que dejan a un porcentaje no menor de estudiantes egresados en situación de cesantía. De igual forma, debemos hacernos cargo de la condición actual de la organización en los CFT e IP que es débil e incipiente, es por esto, que hacemos un llamado a los estudiantes de estas instituciones a que se organizasen, participen en el debate nacional e ingresen a la discusión educacional de la mano con la Confederación de Estudiantes de Chile.
Tal como los compañeros de las universidades privadas se han incorporado a la organización estudiantil con la consigna “privados pero no callados”, hoy los estudiantes de CFT e IP -un la mitad de la matrícula total de estudiantes de la educación superior- tenemos que organizarnos y salir a las calles. Los estudiantes de la clase trabajadora, los estudiantes de CFT e IP también tenemos una educación que transformar.