La eterna espera de Monserrat Sarmiento
"Me he opuesto permanentemente a la gratuidad en la educación, haciendo referencia a necesidades de primer orden como salud, vivienda y pensiones... o casos como estos".
José Francisco Cuevas Vila es Ingeniero Comercial Magister en Economía UNAB -IEDE, Cursando Maestría en Política Económica en el SMC University
Es realmente conmovedor como una niñita de 7 años deba esperar más de un año para recibir un trasplante de corazón y sea tan poco difundido en los medios de comunicación, siendo ella primera prioridad nacional. Los padres de Monserrat son chilenos promedio, no poseen redes ni poder económico para poder hacer más difusión .
Hace poco vimos el caso de Jacinta, que tuvo la fortuna de concretar un doble trasplante. Sus padres sí tenían los medios para que su situación se hiciera conocida, algo que todos los padres haríamos en igual situación. El tema es otro, personalmente me causa mucha alegría y satisfacción la oportunidad que tuvo esta joven y otros pacientes.
Como sociedad debemos obligatoriamente plantearnos si nuestra situación socioeconómica será determinante para la salud de nuestros hijos o la nuestra. Sí, existen diferencias son propias de un mayor poder de compra, como viajar, tener un mejor auto, vestirse mejor, tener una mejor casa… pero morir, no lo es.
Me he opuesto permanentemente a la gratuidad en la educación, haciendo referencia a necesidades de primer orden como salud, vivienda y pensiones… o casos como estos. ¿No pudo el Gobierno y el Estado hacer algo más por Monserrat? ¿No hay otras alternativas, en el extranjero por ejemplo, que pudiéramos costear a través de impuestos? ¿Tenían que esperar a que su salud se deteriorara al punto de casi no poder trasplantada? ¿Tuvo que ver la comuna donde vive Monserrat y los ingresos de sus padres? ¿Si su padre hubiese sido autoridad habría esperado un año?
Hoy hay muchos niños que necesitan ayuda. El caso de Mateo, por ejemplo, que tiene 2 años y sufre de cáncer. Necesita DINOTUXIMAB cuyo costo de tratamiento es de 140 millones. Es su única opción. No solo los que marchan tienen derechos. Los niños y su vida son prioridad nacional, la educación gratuita y tantas otras cosas, no.