Participación en proceso constituyente: el apoyo ciudadano al medio ambiente
No obstante, que los resultados no representan un gran espectro de la ciudadanía, se puede destacar que en el debate constitucional la protección del medio ambiente es, sin dudas, una prioridad a la hora de definir el contenido de la nueva Constitución.
Ignacio Martínez Jadue es Abogado. Licenciado con distinción de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Diego Portales, actualmente se desempeña como investigador en materia de salmonicultura y conservación en Fundación Terram, desde marzo de 2016.
A fines de julio se dieron a conocer los resultados de los Encuentros Locales Autoconvocados (ELA) y de la consulta individual, como primera etapa participativa del proceso constituyente, que llevó a cabo el Gobierno a través de un comité de sistematización.
Tanto en la instancia grupal, como la individual, se buscaba responder las siguientes tres preguntas ¿Cuáles son los valores y principios más importantes que deben inspirar y dar sustento a la Constitución?; ¿cuáles son los derechos, deberes y responsabilidades más importantes que el debate constitucional debe considerar?; y por último, ¿cuáles son las instituciones del Estado más importantes para el debate constitucional y qué características deberían tener? Todo el procedimiento culminaba en un acta en la cual se priorizaban siete elementos por cada pregunta, incluyendo los acuerdos y desacuerdos que se podían presentar en el caso de los ELA.
A pesar que el grado de participación fue bajo -un total de 100.099 asistentes en los encuentros locales, y 82.993 consultas individuales respondidas a nivel nacional- se puede destacar una constante en los resultados del proceso: la priorización de la temática ambiental por parte de la ciudadanía en el debate constitucional.
Si revisamos los resultados país de los ELA, la primera sorpresa se presenta a la hora de definir los siete “valores y principios” más seleccionados, ya que el ‘Respeto/ conservación de la naturaleza o medio ambiente’ se encuentra en el segundo lugar de las preferencias, detrás del principio ‘justicia’, con un 52,9% del total de las menciones. En el caso de la encuesta individual, dicho valor/principio ocupa un considerable cuarto puesto que representa el 35 % de las preferencias.
Luego, si examinamos los “derechos” seleccionados en los encuentros locales a nivel país, encontramos nuevamente que ‘Respeto y conservación de la naturaleza’ se halla dentro de los siete más mencionados, ubicándose en el sexto lugar con un 30,5 % de las menciones. Muy por encima del discutido ‘derecho de propiedad’, eje de nuestra a actual Constitución que resulta determinante a la hora de definir el uso y explotación de nuestros recursos naturales, y que ocupa el lugar número 24, con 9,1 % de las preferencias.
Un peldaño más abajo, con un 26 %, pero dentro de los siete derechos más mencionados, se ubica el ‘derecho de conservación de la naturaleza’ en los resultados nacionales de la encuesta individual.
El resultado más llamativo se da en la selección de “deberes y responsabilidades”, que en el caso de los encuentros locales, el ‘de protección de conservación de la naturaleza’ lidera las preferencias con un 82,4 %, por sobre otros, como el de ‘protección, promoción y respeto de los derechos humanos’ (2°) y el de ‘respeto por la Constitución’ (3°). En el caso de las consultas individuales, dicho deber/responsabilidad se ubica en la segunda posición, con un 64,2 % de las menciones.
No obstante, que los resultados no representan un gran espectro de la ciudadanía, se puede destacar que en el debate constitucional la protección del medio ambiente es, sin dudas, una prioridad a la hora de definir el contenido de la nueva Constitución. Todo pareciera indicar que el actual artículo 19, N°8, de la Carta Magna, que consagra el “el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación”, resulta ser muy limitado y que no basta con las tres escasas menciones que hace la actual carta fundamental al concepto “medio ambiente”, y que lo que se pretende es introducir de manera integral la protección de la naturaleza y el medio ambiente en la nueva Constitución, desde sus contenidos más básicos, como lo son sus principios y valores, hasta la consagración de sus derechos y deberes.
Los resultados señalan que la sociedad chilena está más consciente de la necesidad del cuidado y respeto por nuestro medio ambiente, lo que no solo debe ser analizado desde el debate por una nueva Constitución, sino como un tema de interés nacional, sobre todo ahora que se dio a conocer el Informe de Evaluaciones del Desempeño Ambiental Chile 2016 (EDA), realizado por segunda vez a nuestro país por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el cual realiza un crítico análisis de la situación ambiental en Chile.
Habrá que estar pendiente de los futuros resultados de los encuentros provinciales y regionales del proceso constituyente para revisar si esta tendencia se sigue marcando por parte de la ciudadanía, y que asimismo, el nivel de participación en estas instancias siga creciendo para lograr reflexiones más acabadas. Sin embargo, no hay duda que la protección de la naturaleza y el medio ambiente ya se instalaron como temáticas que deben ser consideradas.