El nuevo fenómeno de exportación del Reino Unido: The Strypes
Quién como ellos porque mientras buscan su identidad, recorren el mundo, editan discos consistentes y se presentan ante la vida como estrellas de rock de tan sólo veinte años.
Bárbara Alcántara es Periodista especializada en música. Instagram: chicarollinga
La precocidad y rigurosidad los caracteriza, tienen entre 19 y 20 años, son irlandeses, han editado dos discos y sus influencias, tanto estéticas como musicales, están ligadas a bandas rocanroleras sesenteras. Se trata de The Strypes, agrupación que anunció su debut en Chile para el 21 de octubre en el Teatro La Cúpula.
El cuarteto originario de Canvas, Irlanda, se formó el 2008 cuando apenas tenían doce o trece años. Inicialmente fue difícil encontrar a un vocalista que calzara con lo que querían por lo que se constituyeron como un trío instrumental compuesto por Evan Walsh en la batería, Pete O’Hanlon en el bajo y Josh McClorey a cargo de la guitarra. Así continuaron hasta el 2011 cuando, influenciados por bandas como los Rolling Stones, Dr. Feelgood y los Yardbirds realizan una tocata como cualquier otra pero en esta ocasión serían teloneados por Ross Farrelly, un cantante que tenía 14 años y se destacaba por tocar la armónica como los dioses. Esa noche Farrelly canta una versión de “Wonderwall” de Oasis e inmediatamente el trío le propone que se una a la banda. De esta forma queda conformado The Strypes, cuarteto que se transformaría en una de las promesas musicales del Reino Unido.
Avancemos al 2013, después de haber editado un par de EP’s, realizar conciertos en donde era común ver a celebridades de la música como Noel Gallagher, Jeff Beck y Dave Grohl; los adolescentes prodigio del rock and roll publican “Snapshot” apoyados por el sello de Elton John y con la producción de Chris Thomas cuyo curriculum se destaca por haber trabajado con bandas de la talla de los Beatles y los Sex Pistols. Además la gira de promoción la realizan como teloneros de los Artic Monkeys en Alemania y el Reino Unido.
“Snapshot” contiene doce canciones cortitas y rápidas en donde la guitarra y la armónica son su característica principal. Las publicaciones especializadas destacan la pulcritud con la que trabajan el estilo denominado “pub rock”. Asimismo el sitio allmusic.com los compara con los Beatles de principio de los sesenta, cuando tocaban en TheCavern y derrochaban la misma energía y confianza en el escenario. Igualmente el sitio especializado distingue la similitud de la voz de Farrelly con la de Liam Gallagher – especialmente en los trabajos actuales–.
Dos años más tarde (2015) lanzan “Little Victories”, un segundo disco que abandona las raíces musicales de sus inicios y se centra en el indie rock actual en donde la guitarra de Josh McClorey – quien colaboró en la última entrega de Paul Weller, “Saturn’s Pattern” – es protagonista. El sonido ágil que los caracterizó en sus comienzos se mantiene y dejan ver cierta influencia de los Artic Monkeys, especialmente en la canción “Eighty-four” en donde los coros –a cargo de McClorey – suenan muy parecido a Alex Turner.
The Strypes tienen actitud y carisma de sobra, son explosivos como si detonaran dinamita en el escenario; sin embargo aún no encuentran un sello o una característica que los distinga de sus influencias. Es una banda que le queda mucho por recorrer, por lo tanto, es muy probable que a futuro nos sorprendan con grandes entregas. Quién como ellos porque mientras buscan su identidad, recorren el mundo, editan discos consistentes y se presentan ante la vida como estrellas de rock de tan sólo veinte años.