Tendencias en la formación de ingeniería: Multidisciplinariedad e interdisciplinariedad, ideas que toman fuerza
"La esperanza es encontrar facultades de ingeniería con una visión que permita que estrategias como éstas y otras que promuevan la interdisciplinariedad puedan contribuir a la formación de ingenieros que en forma temprana se integren a contextos de aprendizaje auténticos que conlleven desarrollo de innovación, y porqué no, emprendimiento".
Por Paul FuentesPaul Fuentes es Académico de la Universidad de Talca y desde hace 2 años director del Nodo de Formación del Proyecto Ingeniería 2030. Previamente, fue director de dos unidades de apoyo al docente y Coordinador de Explora-Conicyt en la Región del Maule. Adoptador temprano de las nuevas tecnologías, promotor de la lúdica aplicada a STEM, las utiliza como medio para fomentar un aprendizaje significativo y ubicuo.
Esfuerzos significativos se están realizando para armonizar la demanda del entorno local y global con la formación de ingenieros. Los nuevos contextos a los que se enfrentarán los nuevos profesionales exigen a las instituciones formativas a contribuir generando ambientes apropiados para el aprendizaje y el desarrollo de competencias tanto disciplinares -propias de la profesión, como también aquellas transversales que fomenten el desarrollo de innovación y emprendimiento.
Una de las estrategias que propicia el desarrollo de innovación y creatividad es la propuesta de programas multidisciplinares, no significando que sólo las disciplinas de la ingeniería se articulen entre sí, sino que también sean más disruptivas al integrar estudiantes desde otras áreas formativas desde el Diseño a otras que pueden parecer tan alejadas como las carreras de Salud (Kinesiología, Medicina, por ejemplo).
En una consulta que se realizó a estudiantes de Medicina sobre cuarto año, y con una experiencia significativa en sus campos clínicos, se les solicitaba responder a la interrogante de: ¿Cómo visualiza Ud. el trabajo del ingeniero en su área (médica)? Las respuestas tuvieron alcances insospechados: “Nuestras tareas se relacionan con pacientes postrados, los cuales deberían tener ropa técnica, con un diseño estético y apropiado para las maniobras clínicas, con incorporación de sensores para medir diversos parámetros, preferentemente wireless, que ojalá puedan ser energizados autónomamente y que entreguen datos que puedan ser procesados en mi Smartphone…”.
Estas estrategias formativas permiten que en países como Irlanda, por ejemplo, se respalde la promoción de especializaciones de la ingeniería en áreas tan sensibles como la salud humana. La esperanza es encontrar facultades de ingeniería con una visión que permita que estrategias como éstas y otras que promuevan la interdisciplinariedad puedan contribuir a la formación de ingenieros que en forma temprana se integren a contextos de aprendizaje auténticos que conlleven desarrollo de innovación, y porqué no, emprendimiento.
