El signo Trump
Los Simpson tenían razón. Hay una comedia trágica en todo esto. Se está escribiendo la historia y hay que estar alerta. Lo inesperado ha vencido.
Marco Antonio De la Parra es Académico Universidad Finis Terrae
Nos pasamos la noche esperando los resultados. Más tomados que en las Municipales. Nos desvelamos. Sensación de acabo de mundo, sensación de catástrofe. Alguien recuerda que fue predicho en parodia por Los Simpson hace quince años: Donald Trump presidente del país más poderoso de Occidente. El mundo, y el botón rojo de la guerra atómica de tantas fantasías sobre el poder de los Estados Unidos de América, en las manos de un personaje más que peculiar.
Denostado por sus pares, por la prensa, por los artículos, por confesiones y acusaciones, por sus propias declaraciones, Trump reinstala el fantasma del voto populista, del voto más individual y menos solidario, de un voto que seguramente vino de la América profunda a decir que están aquí y están molestos. Un voto reaccionario duro, un voto de promesas inmanejables. Supera las fantasías de HOUSE OF CARDS, es un capítulo perdido de la historia de la Sociedad del Rifle de Charlton Heston, nos deja boquiabiertos. Es posible eso de que en Estados Unidos cualquiera puede llegar a ser Presidente.
¿Cómo nos afectará? Escuchamos que será un desastre, un peligro, una hecatombe. Escuchamos lo peor. Pensamos de nuevo en las visas, las fronteras, la leyenda del muro con México. La xenofobia, el racismo, el naipe completo. Cabe pensar si es un signo. El signo de un votante que está cansado de pensar en los otros y quiere que piensen en él. El signo de un votante que ya toleró demasiadas reformas y quiere retroceder. El signo de un estadounidense que quiere sentir de nuevo esa América blanca sin ambigüedades. ¿Cómo andamos por casa? ¿Quién sería nuestra tentación populista reaccionaria? ¿Es el movimiento inevitable del péndulo de la historia?
Obama recibió el poder de Bush que parecía una caricatura. Para los republicanos esa escena fue quizás una pesadilla. Hoy Obama se lo entrega a Trump, es la pesadilla de los demócratas. Los Simpson tenían razón. Hay una comedia trágica en todo esto. Se está escribiendo la historia y hay que estar alerta. Lo inesperado ha vencido. Atentos, no podemos conciliar el sueño.