Adopción responsable de caninos y felinos en situación de calle: urgente legislación

El cruel asesinato de un canino dentro de una galería comercial en el barrio de Patronato ocurrido hace unos días atrás, es un hecho que a todos como sociedad nos debe doler, pero también, es una instancia para cuestionar realmente nuestra relación con los perros y gatos en situación de calle.

Tras la publicación de esta noticia, varias preguntas me han hecho cuestionar lo siguiente: ¿Por qué debemos reaccionar tardíamente respecto a la situación de calle de animales abandonados?, ¿Qué nos ha pasado con nuestra empatía y solidaridad hacia los animales?, ¿Cómo podemos remediar esto? Existen muchas posibles respuestas, pero lo más apoyado hoy en día por diversos autores es que cada uno asuma conductas o deberes ciudadanos en pro de un mejor bienestar animal, considerando idealmente el adoptar animales en situación de calle desde edades tempranas.

Un ciudadano consciente no apoyaría la entrega de alimento en la vía pública, debido a que, pese a ser un acto que a primera vista se puede evidenciar como muy empático, conlleva a que la situación de calle se prolongue aún más y se puedan establecer grandes jaurías en puntos de la ciudad que pueden incidir en problemas medio ambientales y sanitarios e incluso a la de “Cholito” al no ser tratados con un adecuado plan de vacunación y desparasitación.

Esta situación probablemente no hubiese ocurrido si “Cholito” desde un principio hubiese entrado a un plan de adopción independiente de su edad. Urge la necesidad de que exista una legislación asociada a este tema, donde ciudadanos conscientes y responsables sean capaces de integrar a una familia a estos animales en situación de calle.

No estamos solos en este tema de preocupación sobre una correcta y responsable adopción de caninos y felinos. Existen numerosas agrupaciones que hacen esa noble tarea, sin embargo, no dan abasto por la alta cantidad de animales y la escasez de recursos.

“Cholito” ya no está con nosotros, pero, eso no impide que podamos poner sobre la mesa la imperiosa necesidad de asumir derechos y deberes asociados a una tenencia y adopción responsable evitando nuevas tragedias como la ocurrida recientemente.