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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Victorias de Viña del Mar, turismo de esclavitud animal

"Este nefasto círculo se cierra, con una alcaldía que se lava las manos con todo esto, justificándose con el pretexto que las victorias son una actividad privada y no municipal".

Por Ximena Wiesenfeld
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Ximena Wiesenfeld es Directiva AnimaNaturalis Internacional-Chilechile@animanaturalis.org

El año pasado en este mismo espacio me referí a la existencia y problemáticas de los coches Victoria de Viña del Mar, con la esperanza que a estas alturas habría algún avance respecto a esto. Era lo lógico, después de conocidas a través de diversos medios, las múltiples irregularidades y la falta de políticas que garantizan el bienestar de los caballos, al punto de terminar con uno de los 45 equinos que tiran estos carruajes, desmayado en medio de la vía pública producto del cansancio.

Por este hecho, la alcaldesa Virgina Reginato declaró esa vez a través de su cuenta de twitter que se manifestaba en contra de cualquier forma de maltrato animal. Muchos supusimos que sería el comienzo de una serie de decisiones en las cuales por fin se llegaría un acuerdo para declarar obsoleto el uso de estos carros que funcionan con tracción animal y poder hacer la transición a un sistema ético, pero que a la vez resguardando la fuente de trabajo de los cocheros.

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El movimiento Una Victoria para Viña, en la que trabajan diversas agrupaciones animalistas para buscar una solución a este tema, invitó desde Argentina a Leandro Fruitos, coordinador de ACERTAS (Asamblea Común para la Estrategia de Reemplazo de la Tracción a Sangre) quien ofreció una asesoría técnica de manera gratuita tanto a asesores de la alcadesa como a concejales del municipio viñamarino para conversar y estudiar sobre el proceso de sustitución de cómo pasar de los carros que requieren de fuerza animal para su funcionamiento al uso de coches mecánicos.

Todo esto con un estudiado proceso para ayudar al equipo de gobierno a construir una política de gobierno pública, con guías de buenas prácticas, protocolos, tecnologías en base a enlaces con experiencias aplicadas en ciudades como Nueva York, Berlín y Barcelona. ¿Qué pasó? La alcaldesa si bien se manifestó interesada en todo esto, no quiso comprometerse políticamente y por lo tanto no hubo interés en avanzar. Es así como el ofrecimiento de Fruitos se diluyó en el tiempo.

carro de paseo a motor

Por otro lado, Juan Carlos Oróstica, vocero de Una Victoria para Viña y coordinador de Frente por los Animales Revolución Democrática de la Región Valparaíso, confirma que las conversaciones con gente del municipio y los mismos cocheros han quedado en nada. Reginato sólo hasta ahora sólo ha propuesto una consulta ciudadana para abril de este año, en la que los viñamarinos podrán votar si están o no de acuerdo con que las victorias sigan funcionando con caballos, pero esto parece ser un volador de luces más, para intentar disminuir las presiones de los activistas, pues finalmente sea cual sea el resultado de esa votación, no es vinculante para decidir el futuro de la existencia de los carruajes. Al final es un intento de solución simplista ante la evidente falta de voluntad de la alcaldesa para enfrentar el problema.

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Se han descubierto un sinnúmero de irregularidades, como por ejemplo, un acuerdo para asignar a los caballos los días lunes para que descansaran, pero al final no se ha podido fiscalizar esto, pues se instauró un sistema de dígitos para que no salieran a las calles todas las victorias el mismo día, lo que tampoco asegura que los animales tengan al menos un día de descanso a la semana.

También se ha visto el insalubre estado de las pesebreras, un verdadero basural en que los caballos duermen sobre sus propias heces y orina. A eso se le suma una deficiente atención médica que no ha sido capaz de recuperar a muchos equinos que sufren de hongos en sus cascos y que esto además produce una falla sistémica general que los debilita aún más. Muchos de ellos deben seguir trabajando, o más bien dicho, continúan siendo explotados, teniendo que tirar de estos grandes coches estando enfermos.

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Este nefasto círculo se cierra, con una alcaldía que se lava las manos con todo esto, justificándose con el pretexto que las victorias son una actividad privada y no municipal, pero de ser así ¿cómo es que sí puede intervenir a través de la idea de la consulta ciudadana para supuestamente definir el futuro de las victorias? Estamos en presencia de un verdadero engaño a la ciudadanía, todo por el capricho de unos pocos. Hay consciencia que nadie quiere dejar a los cocheros sin trabajo, por eso está la propuesta de los carruajes. Incluso se ha estado trabajando con un grupo de ingenieros de la Universidad Federico Santa María la idea de coches eléctricos, idea que además de estar libre de crueldad animal resulta ser innovadora y ecológica.

Tal como dice en el fanpage de Facebook de Una Victoria para Viña: “ Se propone mejorar las condiciones laborales de los animales HUMANOS, potenciar el turismo con enfoque sustentable y liberar a los animales NO HUMANOS de la esclavitud a la que están sujetos”

Debiese ser lógico que una actividad que ni siquiera tiene los medios para tener a los caballos en las condiciones mínimas es algo totalmente inviable. Todos debiésemos aplicar la empatía y comprender el dolor y el calvario al que se somete a un animal que cumple un trabajo forzado, igual como si fuese un esclavo.

Viña del Mar sale al mundo con un festival que quiere mostrar un estilo de vida de país del primer mundo, pero detrás de esa fachada está la miseria de la explotación animal como un símbolo turístico ya caduco, triste e innecesario. Se está convocando para este sábado 25 de febrero y desde las 11 hrs, una movilización contra la tracción animal en la Plaza O´Higgins de Viña del Mar

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