Somos la generación del siglo XXI: rompamos los esquemas de la vieja política
"El Frente Amplio es el resultado natural de una ciudadanía que toma por las riendas aquellas promesas que la vieja política les prometió y nunca cumplió".
Felipe Pino Latorre es Presidente Regional de Tarapacá del Partido Liberal de Chile
El Chile de hoy es un Chile en proceso de transición, pero no me refiero a esa transición añeja que alardea la concertación de “la alegría ya viene”, yo pertenezco a una nueva generación, a la generación que creció viendo a sus hermanos endeudarse por estudiar en la Universidad, de la generación que vio a su padre agobiado por las deudas, de la generación que observó cómo sus abuelos viven con una pensión miserable, de la generación que ve como un sistema de salud público es inhumano con sus pacientes, de la generación que ve como las farmacias lucran con la enfermedad, de la generación que vio cómo sus padres votaban por Bachelet, se decepcionaban y votaban por Piñera, se decepcionaban y votaban por Bachelet nuevamente y para chiste, se decepcionan nuevamente, de la generación que ve como toda una ciudadanía vive decepcionada del País que vivimos, y ahora ya no saben en quien confiar. Soy de la generación que no veía a Pinochet en la televisión, pero que ha visto las mismas viejas caras de los parlamentarios y ministros en la televisión, soy de la generación que quiere jubilarlos. Aquellos políticos ya no nos representan, estos representan viejos ideales de siglos pasados y están muy cómodos con sus cuotas políticas en los puestos de gobierno, en sus sillones en el parlamento, estos han desprestigiado el oficio con sus financiamientos irregulares y aportes reservados.
El fenómeno de los movimientos sociales vividos a principios de este siglo son un resultado natural, desde la decepción, la rabia, la impotencia, la deslealtad, la traición, de esta clase política indiferente y de un sistema político que eleva la gobernabilidad y el crecimiento como sus grandes estandartes, creyendo ingenuamente que esto traerá desarrollo y felicidad a sus habitantes.
El Frente Amplio es el resultado natural de una ciudadanía que toma por las riendas aquellas promesas que la vieja política les prometió y nunca cumplió, es el resultado de un Chile con una democracia semisoberana, heredero de un sistema político con un miedo naturalizado hacia la participación ciudadana, es la reconstrucción de un tejido social destruido por la dictadura, es una respuesta a una supuesta centro izquierda que no fue capaz de leer y representar las verdaderas necesidades de sus ciudadanos, que se oligarquizó, que dice ser socialdemócrata, socialista o comunista en la teoría, pero no son más que tecnócratas neoliberales en la práctica, los cuales no se diferencian mucho de la derecha chilena.
Es razonable esperar el surgimiento de una coalición ciudadana que agrupe y en donde converjan diversos movimientos sociales, partidos de izquierda, y partidos de centro, que se definan como una alternativa frente a un sistema que plantea como tesis y naturaliza la injusticia social, con un mercado y una riqueza concentrada, además de ser un país en poseer uno de los índices de desigualdad más grandes en el mundo producto de un capitalismo extremo u neoliberalismo salvaje, con grupos económicos que se coluden para maximizar sus riquezas, junto con un Estado indiferente hacia el lucro y la colusión, que no hace mucho por estimular la libre competencia y con una institucionalidad débil en este sentido, con un sistema de pensiones que entrega retribuciones miserables, con candidatos presidenciales que ven la educación como un bien de consumo, con un sistema de salud inhumano y clientelista, con un Estado altamente influenciado por el moralismo religioso que coarta libertades individuales tales como el matrimonio igualitario, la despenalización de la marihuana y el derecho a eutanasia en casos extremos.
Frente a todas estas problemáticas, los Liberales somos parte del Frente Amplio porque creemos que es necesario romper con los esquemas de la vieja política y el duopolio, porque creemos que es necesario generar una síntesis, traducida en un proyecto político que garantice derechos sociales, libertades individuales junto con libre mercado, Estado laico, innovación y desarrollo, descentralización y autonomía regional. Confiamos en que la ciudadanía es capaz de definir su proyecto de vida individual, y el Estado con el mercado deben ser garantes de esto a través de un sistema en el cual cada persona pueda desarrollar su proyecto de vida. La libertad y la igualdad son valores complementarios y tenemos la convicción de que es así, tenemos los ejemplos de Países que lo han entendido y lo han logrado en la práctica, tales como Canadá, Holanda, Dinamarca. Por lo tanto estamos aquí para quedarnos, estamos aquí para terminar con los esquemas de la vieja política y sus viejos políticos, estamos aquí para terminar con un País con altos grados de injusticia social.