Avanzar como bandera de lucha
"El proyecto de Nueva Educación Pública establece el traspaso de los colegios al Estado, donde los colegios dependen de la dirección de educación pública, representada por los servicios locales".
Javiera Reyes es Economista U. de Chile, estudiante de magister, Presidenta Ceic 2014 y vicepresidenta FECh 2015 y 2016.
Javiera Reyes, Vicepresidenta FECH 2015 y 2016 y economista
Jaime Gajardo Orellana, 2° Vicepresidente Nacional del Colegio de profesores de Chile A.G.
Desmunicipalizar la educación es una demanda histórica de los movimientos sociales. Hay un proyecto de ley en curso que viene a hacer realidad el fin a la relación de dependencia y administración entre municipios y educación. Sin duda quedan tareas pendientes, como el cambio al sistema de financiamiento, pero eso es un elemento que debemos disputar y no por ello, debemos desechar la posibilidad de avanzar en una demanda tan sentida por las comunidades educativas como lo es la desmunicipalización.
El fin a la educación municipal es clave para formar un nuevo sistema educativo que no reproduzca las desigualdades, lo que es patente al observar los resultados de la educación municipal otorgada por municipios que tienen abundantes recursos – en los que habita un porcentaje pequeño de la población – en comparación con el resto de los municipios. También, la urgencia viene porque las administraciones municipales no tienen el incentivo adecuado en torno a pensar una educación en el largo plazo, por lo que tienden a dirigir recursos de educación a otros ítems, establecen una perversa relación con ciclos electorales. La situación de la educación municipal en Chile es crítica y es trascendental que podamos entender que estas transformaciones son urgentes para el pueblo chileno, por lo que avanzar es menester de todo aquel que crea en la educación pública.
El proyecto de Nueva Educación Pública establece el traspaso de los colegios al Estado, donde los colegios dependen de la dirección de educación pública, representada por los servicios locales. La dirección de educación pública y los servicios locales dependen del Estado y no de los municipios, lo que es fundamental para el fin al sistema de educación municipal donde los municipios dependen cada uno de la administración de sus alcaldes respectivos. Por lo tanto, cuando vemos que el resultado de este proyecto de ley tiene como implicancia directa la dependencia de los establecimientos del Estado, lo lógico es abordar el debate para profundizar los cambios y es fuera de toda lógica que los sectores que hemos planteado la necesidad de cambios estructurales seamos quienes generemos un escenario donde se minimicen los cambios.
En segundo lugar, el proyecto de desmunicipalización representa una mayor garantía en términos de estabilidad laboral para los profesores ya que los servicios locales. Los docentes pasarán a depender del Estado, representado en el Ministerio de Educación, lo que permite mejores condiciones de estabilidad. Lamentablemente, con el sistema actual, cada municipio decide qué pasa con los profesores, siendo esto una causa de indefensión frente a las decisiones de los alcaldes.
Las comunidades estudiantiles y los movimientos sociales debemos velar para que los cambios sean más y jugar un rol para transformaciones más profundas. Entendemos que este proyecto de ley, es positivo porque quita la administración municipal, pero se queda corto en términos de financiamiento. La implicancia de eso, debe ser disputar y en ningún caso podemos ser agua para el molino de aquellos que están más cómodos con la educación municipal. No es justo, para el pueblo de Chile, que nos quedemos de brazos cruzados esperando que haya más avances sólo con denunciar y rechazar.
Lamentablemente hemos visto que algunos sectores que se hacen llamar de izquierda, se han sumado a la campaña del terror que inició la derecha, en la cual levantan falsedades tales como que este proyecto de ley “autoriza y permite el cierre de colegios”. Caer en falsedades, ya que el cierre o apertura de Escuelas Públicas debe ser aprobado por el Ministerio de Educación dada una propuesta de la dirección de educación pública, no hace más que ensuciar el debate. Incluso, que el Ministerio de Educación sea quien decide el cierre de los colegios da más garantía a las familias de Chile, lo que queda en evidencia en comunas como La Florida donde su alcalde ha sido cómplice activo del cierre de colegios.
Nuestro llamado es a que seamos agentes de cambio, que estén por transformar y que no caigamos en la campaña mentirosa que han instalado los sectores de nuestro país que defienden el legado de la dictadura militar. El legado de dictadura militar debe comenzar a desaparecer y nosotros estaremos de acuerdo con cada proyecto que quite, destruya o reemplace los pilares a la educación mercantilizada y reproductora de desigualdad que no ha dado muestras de ser un buen sistema educacional en todo el mundo.