Parlamentarios siguen patologizando a las personas trans
"Es incomprensible y discriminatorio que solo a las personas trans se les exija una evaluación médica para el reconocimiento de su identidad, lo que además no ocurre en otros tipos de procedimientos".
Jimena Lizama es Directora jurídica Fundación Iguales.
Este martes se inició la votación en particular del proyecto de ley de identidad de género en la Sala del Senado, tras 4 años de haberse presentado ante el Congreso Nacional. De acuerdo a los Principios de Yogyakarta, la identidad de género es la vivencia interna e individual del género, tal como cada persona la siente profundamente.
Es decir, todas las personas tenemos una identidad de género, y cuando ésta coincide con el sexo asignado al nacer, nos referimos a personas cisgénero, mientras que cuando dicha identidad no coincide con el sexo asignado, hablamos de personas trans.
A pesar que todas las personas tenemos una identidad de género, solo a las personas trans no se les reconoce dicha identidad, lo que genera diversas situaciones de discriminación y problemas en el ejercicio de otros derechos, como por ejemplo a la educación y al trabajo. Frente a esto, es necesario que el Estado reconozca y proteja la identidad de todas las personas, lo que implica que las personas trans puedan ser reconocidas e identificadas, tanto legal como socialmente, conforme a su identidad. En este sentido, esta ley sería un gran avance, pues permitiría adecuar sus documentos legales a su identidad de género, aunque con esto no se termine con todas las dificultades que se enfrentan las personas trans a diario.
Luego de las sesiones de esta semana, por fin se está avanzando en la tramitación de este proyecto de ley. Entre martes y miércoles se votaron aspectos sustanciales de éste, como es la aprobación de un trámite administrativo ante el Registro Civil para la solicitud de cambio de nombre y sexo registral de las personas mayores de edad. Asimismo, se rechazó la oposición de terceros al ejercicio de este derecho; es decir, en dicho trámite, será absolutamente improcedente la opinión y oposición de cualquier persona, tenga o no relación con el solicitante.
Sin embargo, preocupa que aún varios parlamentarios sigan patologizando a las personas trans, lo que se refleja tanto en las discusiones que hubo en la Sala, como en la aprobación de la indicación que establece que el o la solicitante deberá presentar una evaluación médica que acredite que cuenta con las condiciones psicológicas y psiquiátricas necesarias para hacer la solicitud de cambio de nombre y sexo registral.
Lo anterior, sin duda, es un gran retroceso en el proyecto de ley, pues patologiza a las personas trans y atenta contra su dignidad, al tener que someterse a exámenes médicos para ejercer este derecho. Asimismo, dicho requerimiento va en contra de un punto fundamental del proyecto, esto es, que se trate de un trámite administrativo expedito, y además, es contrario a la definición de identidad de género que se aprobó en misma Sala del Senado, de la cual se desprende que lo único relevante es la autopercepción y voluntad de cada persona. Por tanto, es incomprensible y discriminatorio que solo a las personas trans se les exija una evaluación médica para el reconocimiento de su identidad, lo que además no ocurre en otros tipos de procedimientos.
Esperamos que la próxima semana se termine de votar este proyecto, y que en su segundo trámite ante la Cámara de Diputados, se elimine la exigencia de una evaluación médica para acceder al cambio de nombre y sexo registral, como también que el proyecto reconozca el derecho a la identidad de género de niños, niñas y adolescentes.