Ovejero patagón
"Al ser inscrito como tal, este verdadero símbolo de la Patagonia perdurará en el tiempo y será reconocido a nivel mundial".
Antonio Horvath Kiss es Senador de la República por Aysén
Recientemente el Congreso Nacional despachó la ley de tenencia responsable respecto a las mascotas. Dicha normativa se traduce en un importante avance en relación a la obligatoriedad de hacerse responsable y comprometerse por parte de los amos sobre los animales domésticos, en el sentido de llevarles un control sanitario, de poder identificarlos mediante chips –que reemplaza la antigua placa–, establecer atención veterinaria y planes de esterilización y control sanitario en todos los municipios, entre otras medidas.
Con justa razón los municipios reclaman que no se les otorgan los fondos necesarios como para sacar adelante los requerimientos de esta ley; sin embargo, en la discusión en el Senado, en su momento tuvimos a la vista un informe de un compromiso presupuestario significativo para implementar esta aguda necesidad destinada a evitar la proliferación de los perros en situación de abandono en las calles, así como los que causan algún tipo de daño y, particularmente, un registro de los que se definen como peligrosos. De hecho, la cantidad que se nos señaló era tan importante que algunos arguyeron la existencia de otras situaciones sociales en el país más apremiantes que también requieren de este tipo de recursos. Es un tema que tendremos que asegurar en la discusión del Presupuesto de 2018.
Las distintas organizaciones, como el Colegio Veterinario, el Kennel Club y las que se vinculan al concepto internacional de cinofilia (amor a los canes) han planteado que quedan algunos aspectos pendientes que es necesario revisar y posiblemente legislar. El primero se refiere al hecho de que no se pueden comercializar cachorros de animales sin que hayan sido esterilizados. Esto implica un problema para la mantención en el tiempo de las razas, y por otro lado, está el daño a la salud de los animales que hay que prevenir; en tanto, el segundo punto que se ha intentado legislar tiene que ver con los denominados ‘perros asilvestrados’, que por desgracia son consecuencia del abandono de estos animales en áreas rurales o periféricas a las urbes, que después de convierten en manadas, las cuales por instinto atacan a animales rurales y fauna silvestre y se transforman en un peligro para los humanos. Para estos efectos hay que prevenir, siempre por la vía de la educación y la cultura, y buscar fórmulas con el SAG dentro de las condiciones de bienestar animal para poder capturarlos y esterilizarlos, y de esta forma tomar las correspondientes medidas sanitarias.
En relación a las razas, es interesante el dato que señala que la única raza chilena internacionalmente reconocida es el terrier chileno, introducido por inmigrantes españoles que se aseguraron de inscribir y mantener. Por una genialidad del dibujante Pepo esta raza se representa en el popular Washington, el perro de Condorito.
En la misma línea, hace algún tiempo con estas organizaciones estamos intentando inscribir la raza del ovejero patagónico; este especial perro, además de su característica belleza e inteligencia naturales, manifiesta una gran fidelidad al ser humano y predisposición a realizar labores que requieren mucha destreza en lugares muy aislados y de clima agreste.
Al ser inscrito como tal, este verdadero símbolo de la Patagonia perdurará en el tiempo y será reconocido a nivel mundial. Por ello, somos parte de una campaña dirigida a quienes tengan o conozcan un ejemplar con esas características para que hagan llegar sus antecedentes con el fin de registrar su población, de manera que una vez tenido el número suficiente requerir su inscripción como raza de la Patagonia chilena.