Un llamado al próximo Presidente de Chile del pueblo mapuche

A pocos días que se realicen las primarias en nuestro país distintos sectores han aseverado que en La Araucanía hay terrorismo, acusaciones tendenciosas que solo buscan incidir y causar daño en la región, ya que se impide avanzar en el desarrollo económico, laboral y cultural de la zona.

Todo hace pensar que para el precandidato Sebastián Piñera la solución para La Araucanía pasa por militarizarla, rodearla de policías y detener a la mayor cantidad de mapuches posibles, aunque sea por mera sospecha. Me niego a aceptar que se intente resolver el problema político entre el Estado y el pueblo mapuche por medios policiales, judiciales y militares, que son en definitiva violentos. Esto no sólo porque la historia ha demostrado que esa vía es equivocada y que causa dolor a inocentes, sino porque no se puede lograr la paz a través de métodos violentos. 

Las autoridades deben evitar invocar la Ley Nº 18.314 sobre antiterrorismo en la región, pues basta con la aplicación de leyes ordinarias que ya existen. Además, se debe instaurar una comisión de trabajo con representación mapuche para progresar en materias del reconocimiento constitucional y restitución de las tierras, que sea de autonomía política y económica, además de la creación de un registro electoral para los pueblos originarios para votar por sus representantes a la Cámara de Diputados y el Senado.

No es exigir demasiado, son demandas históricas y que inclusive se encuentran en la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato. Estoy hablando, del reconocimiento constitucional de los pueblos originarios que transformaría a Chile en un Estado Plurinacional. Nos une sin duda ese esfuerzo por salir de la periferia del poder económico y político, de la falta trabajo, nos une por completo lograr la gestión total de la vida de la persona, de la familia y de la comunidad.

Ya es tiempo de aclarar estos mitos porque causan un grave daño económico y político a una región que lo único que busca es salir adelante. Todos quienes tratan de terroristas al pueblo mapuche, en especial los acusadores, han tenido éxito comunicacional ya que ellos son los dueños de esos medios de prensa que ha querido transformar al mapuche de ciudadano a terrorista, mostrándole a la gente una realidad que no es.

La política es el instrumento para transformar y crear nuevas relaciones de fuerza, ya que estas no son estáticas, sino que son cambiantes y varían de acuerdo a la resistencia, por lo que quienes administren el próximo Gobierno deben no sólo abrir el diálogo, sino que también adoptar medidas concretas, ya que nuestro avance es inminente e imparable, de ahora en adelante.