VARgüenza: El fútbol más allá de la justicia
"El penal no cobrado a favor de Chile, y las sombras que aún se ciernen sobre la FIFA, generan desconfianza sobre el concepto de 'justicia' que se busca implementar, ¿es justicia para todos, o pesa el argumento de nombres y marcas deportivas?".
Andres Parra Lopez es Sociólogo Deportivo, ha trabajado en IND e INAF. Autor de "La Pelota se Tiñe de rosa". @andparralopez
Cuando pensamos en tecnología y deporte, inmediatamente recurrimos al lugar común de la película Rocky IV, contrastando los entrenamientos de ambos boxeadores. A partir de ahí nos cuestionamos si la naturalidad es parte del espíritu del deporte, lo que le da vida, o si este puede automatizarse y convertirse en medidas precisas y exactas.
El Video de Asistencia Arbitral, busca incorporar un elemento de justicia al fútbol que ya ha sido incorporado en otros deportes, como el llamado “ojo de águila” en el tenis. Si bien varios expertos argumentan positivamente, es su aplicación en esta Copa Confederaciones la que ha generado la controversia.
El fútbol no es perfecto, sólo cuenta con dos intervalos de tiempo (45 minutos) regularmente, sumando un tiempo de adición no exacto aún, que pueden ser 2 ó 3 minutos a discreción del árbitro. A esto se suma que sus resultados, muchas veces, son de puntajes abreviados (1-0 ó 2-1 son los más comunes según casas de apuestas), por lo que la constante demora en la decisión del VAR enfría los partidos y disminuye aún más las posibilidades de vulnerar las inexpugnables defensas de estos días. Traspasar la línea de gol, equivale a 1 punto durante el cotejo, ni dos ni tres, aunque sean goles desde fuera del área o con una espectacular acrobacia, es decir, rangos acotados en general.
Sin embargo, las múltiples pantallas de monitoreo son observadas por humanos, con jefes directos, que reciben llamados y correos, es decir criterios subjetivos de acuerdo al entorno del momento, no es un sistema perfecto como un balón con chip incorporado que denunciara automáticamente cuando este supera la línea de meta.
El penal no cobrado a favor de Chile, y las sombras que aún se ciernen sobre la FIFA, generan desconfianza sobre el concepto de “justicia” que se busca implementar, ¿es justicia para todos, o pesa el argumento de nombres y marcas deportivas?.
Sin esa claridad, es difícil dar valor a esta medida, desde el punto de vista teórico, mientras que en lo práctico resta fluidez a un juego que se basa en un relato, en la confrontación que al menos en la ilusión permite que el más débil derrote al más poderoso, aprovechando quizás la única oportunidad que tenga en el partido, la única desconcentración o error de esa millonaria defensa. Cuidemos el fútbol, que es mucho más que un juego.