La necesidad de más políticas y nuevos roles respecto a los recursos naturales y energía

En gran medida, la capacidad instalada para la producción de energía en los sistemas interconectados en nuestro país, se genera en base a carbón y petróleo, hidrocarburos que son en su gran mayoría importados. Lo anterior constituye un desafío, puesto que somos unos de los Estados más sensibles de la región en términos de dependencia externa, lo cual, necesariamente refleja una situación compleja que debemos ver a largo plazo desde la perspectiva del rol del Estado, particularmente desde ámbito de la seguridad y defensa, además de la vulnerabilidad energética que esto sugiere.

En la actualidad, la generación de nuestra energía depende de las importaciones de carbón y petróleo, en gran parte desde Canadá, EE.UU., Ecuador, Colombia y Brasil, siendo estos dos últimos, los principales proveedores de estos combustibles fósiles. Por un lado, lo anterior denota un proceso de interconexión con el mundo, la apertura de mercados y las estrechas relaciones bilaterales, aspectos que nos han permitido tener una integración y satisfacer nuestra demanda interna. Sin embargo, lo precedente nos ha llevado a postergar el debate en torno a la visión estratégica que debería desarrollar Chile sobre los recursos naturales y la energía que deviene de ellos, como también, sus implicancias en el desarrollo y la seguridad nacional.

Al respecto, uno de los temas que debería ser abordado es la vulnerabilidad energética que genera dicha dependencia, considerando que la satisfacción de la demanda interna constituye un objetivo fundamental, puesto que se encuentran el desarrollo social y económico involucrados, dependiendo de una consolidada y segura matriz, puesto que la electricidad es necesaria para el funcionamiento de la industria y el desarrollo integral de nuestras comunidades.

Esta situación, ha debilitado de una u otra forma una visión estratégica a largo plazo, puesto que aún son incipientes las iniciativas para el desarrollo de la industria nacional y la explotación racional de los recursos naturales que posee nuestro territorio, no propiciando así, instancias para la investigación, innovación y desarrollo de tecnologías, que nos permitan ver a largo plazo una alianza entre privados, el mundo académico y organismos del Estado, para evitar continuar con una dependencia de recursos externos y propender a un mayor progreso en este ámbito.

Sin perjuicio de lo anterior, es importante recordar que las iniciativas en torno al desarrollo de energías renovables no convencionales han facilitado la diversificación de la matriz energética, pero su incorporación a esta aun es incipiente y requiere de mayores incentivos para su masificación e implementación, en donde las universidades, centros estudios y el Estado, tendrán un rol fundamental en los próximos años, como la agenda 2050 en torno a la matriz energética y los esfuerzos que se realizan en la comisión Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación del Senado de la República

Asimismo, es preciso señalar el por qué la energía es considerada como un potencial factor estratégico. El Libro de la Defensa Nacional de Chile 2010, sostiene que la función defensa tiene el deber de efectuar las actividades que el Estado considere pertinentes para la consecución de sus objetivos y el resguardo de los intereses nacionales, a la luz de las amenazas, riesgos y desafíos a los que se ve enfrentado Chile, en este sentido, el energético.

Es así, como las reflexiones como académicos de orden internacional, como Paul Sullivan y Francisco Monaldi, nos entregan una perspectiva de la importancia acabada acerca de la energía y los recursos naturales, sus implicancias en la seguridad y de qué manera el fenómeno del cambio climático tiene efectos en la geopolítica mundial.

Estamos en periodo en el cual aún se pueden tomar decisiones estratégicas con un horizonte de tiempo a largo plazo, que cuenten con una visión holística del panorama mundial y la realidad de nuestro territorio, para desarrollar más políticas y asignar nuevos roles respecto a los recursos naturales y energía.