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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

La hipocresía del Papa

"¿Qué ganas con pedir perdón sin una acción que acompañe tus palabras? Como mandatario de la iglesia y si tanto te avergüenzan los casos de pedofilia, deberías destituir de sus cargos a los curas pedófilos y colaborar con la justicia".

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Janet Noseda es Psicóloga. Magister en psicología clínica. Especialista en género y diversidad sexual.

Ayer fue la visita del Papa Francisco en Santiago, en donde como con ningún otro mandatario, se desplegó un carabinero cada diez metros y la televisión transmitió literalmente todo el día el recorrido del Papa. ¿Cuántos millones de pesos se habrán gastado en la visita del máximo referente de la iglesia católica en Chile? Ni siquiera cuando vino Obama se invirtieron tantos recursos y se dio tanta atención.

El Papa Francisco en su primer discurso, pidió perdón por los casos de pedofilia de la iglesia y dijo “sentir vergüenza” por ello pero al mismo tiempo que él dictaba estas palabras, la televisión mostraba la imagen del Obispo Barros participando de la ceremonia, sonriente y ausente de las protestas en Osorno en su contra. Barros, ha sido nombrado por diferentes víctimas de Karadima, quienes afirman que fue encubridor de los abusos sexuales que este personaje ejercía y lo que es más grave aún, cómplice de estos delitos. Cuando la ciudad de Osorno protestó y se manifestó en contra de Barros revelándose ante su designación como Obispo de la zona, se le pidió la opinión al Papa, ante lo cual dijo que esas personas eran “zurdos y tontos” y que esa era la razón que los hacía manifestarse. Sí. Zurdos y tontos.

El cardenal Ezzati, ha sido nombrado por las víctimas de Karadima como encubridor de sus delitos, señalando que sabe de éstos pero que protege a los abusadores. Bueno pues no sólo Barros participó sonriente de la ceremonia del Papa sino que Ezzati la lideró, en el discurso en la catedral metropolitana, cuando se hizo una misa reuniendo a curas y monjas. El Papa les dijo que era muy difícil en esta época ser cura. No Francisco, lo difícil no es ser cura, porque ni siquiera pagan impuestos. Lo difícil es ser sobreviviente de pedofilia ante una iglesia que protege a los abusadores y olvida a sus víctimas, quedando renegados, olvidados, violentados y sin reparación alguna. Lo difícil es ser sobreviviente de pedofilia y ver a tus encubridores sonrientes participando de una misa, como si nada hubiese sucedido. SÍ SUCEDIERON ABUSOS SEXUALES por parte de hombres en los cuales una familia confió, que gozan de poder absoluto, son intocables y no tienen vergüenza ni pudor alguno.

Sentí rabia al ver una misa dirigida a monjas y curas, donde noté que en el púlpito sólo podían estar hombres. No había ninguna mujer arriba. Me pregunto si esas fervientes católicas no se harán la misma pregunta que yo como mujer me hago: ¿por qué, sólo hombres pueden dirigir la iglesia católica o participar siquiera arriba de un púlpito?, ¿qué tan de malo tiene ser mujer, que estamos renegadas a sólo observar desde abajo, una misa?, ¿por qué no hay mujeres papisas? Y si a esto le sumamos la historia de la cacería de brujas por parte de la iglesia católica, con manuales como el Maleus Malificarum donde se enseña a torturar mujeres que son intrínsecamente inferiores a los hombres por ser culpables de seducir a los varones y hacerlos pecar, pues tenemos una institución extremadamente misógina. Yo como mujer, por dignidad, no participaría de una ceremonia con esas características y me entristece que otras mujeres no se den cuenta de estos aspectos.

Francisco, tu sonrisa es una hipocresía y una bofetada a las víctimas de pedofilia y sus familias. Mucho hablas pero poco haces. Dime, ¿qué ganas con pedir perdón sin una acción que acompañe tus palabras? Como mandatario de la iglesia y si tanto te avergüenzan los casos de pedofilia, deberías destituir de sus cargos a los curas pedófilos y colaborar con la justicia. De hecho la iglesia, debiese ser la primera en reprobar estas conductas y en colaborar codo a codo con la justicia cuando sus sacerdotes cometen delitos.

A mí más me avergüenza un país capaz de paralizarse por tu venida, con la gente como rebaño de ovejas elevando sus pañuelos blancos para saludarte, como estrella de rock. Más me avergüenza una sociedad que no defiende en primer lugar a sus niños y niñas y pone como prioridad en cambio, un credo. Me molesta la gente que no es capaz de pensar y reflexionar sus propias creencias.

Francisco: tus palabras son vacías e hipócritas. Yo soy de esa parte de la sociedad en que no nos da lo mismo que Barros y Ezzati no den cuenta de sus actos a la ley. Soy parte de esa gran mayoría asqueada de la iglesia y de sus actos y no, no me trago tu sonrisa.

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