¿Es posible un acuerdo nacional por la infancia?
"Solo debe ser posible sino obligatorio para todas las fuerzas políticas, lo exigimos como ciudadanos, los niños, estos niños, niñas y adolescentes excluidos no pueden espera ni un minuto más".
Rafael Rosell Aiquel es Abogado, Licenciado en Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Magister en Ciencias Políticas, experto en Derecho Público y Etica, política internacional con foco en Medio Oriente. Académico Erasmus y Profesor Honoris Causa de National University of Political Studies and Public Administracion de Rumania. Miembro del Foro Académico Permanente América Latina y el Caribe-Unión Europea. FAP ALC-UE.
¡Por fin! es lo que más se escuchó en la tarde del domingo cuando en su primera actividad pública el recién asumido Presidente Piñera, visitó un hogar de niños de la Pintana y anunció medidas concretas, cambios serios y profundos… una cirugía mayor dicen.
Propuso un gran acuerdo nacional para la Infancia y la adolescencia, que aborde la verdadera vergüenza que significa que en los últimos 10 años más 1300 niños, niñas y adolescentes murieran en las residencias del Sename.
La iniciativa exige la reestructuración del organismo en dos servicios: uno orientado a la protección de la infancia y la adolescencia; y otro de responsabilidad adolescente, que se haga cargo de los jóvenes infractores de la ley. Ahora los NNA que tenían medidas de protección estaban juntos con quienes habían delinquido. Aberrante.
Esto va a exigir necesariamente aumentar la subvención, mejorar la calidad de la infraestructura, profesionalizar el personal, el sistema de control y la fijación de estándares del servicio.
La apuesta del nuevo gobierno supone la implementación de un moderno sistema de información que permita efectivamente monitorear la atención que reciben los niños garantizando su seguridad, su integridad física y mental.
Una iniciativa de este tipo podría haber evitado la muerte de Lissette Villa, que conmocionó al país, en las que hay ocho personas formalizadas y dos “educadoras” en particular, acusadas de haber asfixiado a la niña de 11 años en medio de un ataque de ira.
Resulta indispensable, fortalecer la familia, especialmente cuando todos los informes internacionales sobre la materia señalan que enviar a los niños, niñas y adolescentes a una institución de guarda de responsabilidad del Estado es en casos excepcionales. Por ello es tan importante el hogar, los niños, niñas y adolescentes son hijos y responsabilidad de sus padres, si eso falla todo el sistema entra en crisis.
En este sentido se hace necesario cambiar la ley de adopciones, simplificándola, incentivando la búsqueda de la mejor familia para cada niño y apoyando a las familias adoptivas. Debemos tener claro, que por mucho que avancemos en las instalaciones, no se encontrará un mejor lugar para un niño, que una familia que lo quiera.
Pero todos estos propósitos no van a ser efectivos si no tomamos conciencia como sociedad civil, que hemos fallado como país, que el Estado de Chile ha violado los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, que no son stock y cuando mueren en casas del SENAME no son egresos, son seres humanos que como tales tienen los derechos inherentes a su propia dignidad.
Contestando a la pregunta con que iniciamos ¿será posible un acuerdo nacional por la infancia? La respuesta es clara, sí, y no solo debe ser posible sino obligatorio para todas las fuerzas políticas, lo exigimos como ciudadanos, los niños, estos niños, niñas y adolescentes excluidos no pueden espera ni un minuto más. Este acuerdo podría ser el primer paso para construir un marco ético donde como chilenos podamos transitar, poner a la infancia en el lugar que corresponde, para que el nunca más se escuche claramente y no olvidemos.