Caso Abbott: las señales detrás de una interpelación
"Lejos de considerar que lo de Abbott es consecuencia lógica del intenso debate político que se logró en el gobierno pasado, importa indicar que el mejoramiento democrático representativo actual, debe disipar cualquier atisbo de retroceso que las fuerzas conservadoras se han atrevido a presentar".
José Orellana es Académico Escuela de Ciencia Política y RR. II. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Doctor en Estudios Americanos Instituto IDEA, USACH.
La diputada del Partido Político Poder Ciudadano, Claudia Mix, se ha convertido en el estandarte de la interpelación contra el Fiscal Nacional, un hecho relevante desde lo Político y desde la Política, también. Ambas aseveraciones son relevantes desde la pregunta “¿Sin reformas de partido y sistema electoral tal cuestión hubiese sido posible?”
El puesto del Fiscal Nacional se acordó antes de las reformas indicadas y con un sistema de partido y electoral aún binominalizado. Tras la ejecución de la reforma de partidos políticos para enfrentar las elecciones municipales 2016, que permitió la legalización del Partido Poder (hoy en proceso de ajuste institucional para continuar en vigencia), junto con varios que integran el Frente Amplio, permitieron un momento de encuentro y coordinación óptimo para proyectar la alianza electoral y política del 2017 que les permitió gestionar la elección Congresal y Presidencial.
Con la ejecución de la reforma electoral en todas sus consideraciones, las diferentes fuerzas políticas organizadas en el Frente Amplio, como ya es muy conocido, obtuvieron de la elección congresal 20 diputados y un senador, resultado por nadie pronosticado, por lo menos desde los vetustos centros de estudios políticos y académicos tradicionales. Otros resultados asociados, fueron la sangría de votos y representación en el Congreso de fuerzas tradicionales, a los que también se les puede entender como efectos de estas modificaciones institucionales, reconociendo sí, que existen fenómenos políticos más complejos para su explicación, como fue la incapacidad de la Nueva Mayoría para acordar y organizar Primarias entre varias más (saben de dicha sangría, el PPD y la DC, en parte el PRSD).
En esta línea de análisis, tanto la acción emprendida contra el Ministro de Salud, Emilio Santelices por parte de Revolución Democrática y aún más importante, contra Abbott por parte de Poder Ciudadano, son acciones que emergen, en parte, desde los resultados institucionales que permitieron las reformas de partido y electoral, dado que se deben agregar las certeras lecturas políticas de sus actores, más la convicción de hacer genuina política de oposición a través de la fiscalización, cuestiones que no se determinan con los cambios institucionales solamente.
Así, se podría indicar que la Democracia Representativa, que es la que nos rige, correría el cerco en clave de optimización, ya que estas expresiones políticas al no tener ningún compromiso (Poder Ciudadano, el cual no tenía expresión política congresal antes de las mismas), sobre todo con Abbott, operan en completa libertad y sentido político para hacer la pega básica que debe ejecutar un representante de oposición política, como es fiscalizar a los otros poderes del Estado.
Lejos de considerar que lo de Abbott es consecuencia lógica del intenso debate político que se logró en el gobierno pasado, importa indicar que el mejoramiento democrático representativo actual, debe disipar cualquier atisbo de retroceso que las fuerzas conservadoras se han atrevido a presentar. Entre ellas, otra vez modificar el sistema electoral y otras consideraciones. Poder Ciudadano, sin perjuicio del resultado final en su búsqueda de destitución del Fiscal Nacional, entrega una señal para que las ciudadanas y ciudadanos se sientan integrados en una democracia mejor.