TVN: ¿el canal de todas y todos?
"Por eso se hace necesaria una reforma profunda para que podamos tener medios realmente plurales, que limite la concentración y que cambie la forma en que funciona el canal público que es finalmente al único que podemos exigir auténtico pluralismo y democracia, pues pertenece a todos los chilenos y chilenas".
Juan Ignacio Latorre Riveros es Senador de la República de Chile por la Circunscripción 6, Región de Valparaíso. Revolución Democrática.
En sesión especial del Senado se aprobó con 37 votos a favor y 3 en contra la propuesta del Presidente de la República de los nuevos integrantes del Directorio de TVN: Sras María del Pilar Vergara Tagle, Ana Holuigue Barros y Gonzalo Cordero Mendoza. Si bien el resultado no fue a nuestro favor (fuimos uno de los voto de rechazo) nos parece relevante compartir algunos comentarios al respecto.
En primer lugar, creemos que es justo hacer una crítica al sistema de medios de comunicación que tenemos en Chile. En efecto, hoy existe una hegemonía de medios privados, con una alta concentración en su propiedad, donde los medios de comunicación públicos brillan por su ausencia. Televisión Nacional es el último bastión en este ámbito y, hasta ahora, ha venido desarrollando un modelo que responde más a las lógicas privadas, debiendo financiarse de acuerdo a los criterios del mercado, que a lógicas de carácter público. Esto produce que se ponga un mayor énfasis en el rating, en detrimento del contenido que busca entregarse a los televidentes. Por eso se hace necesaria una reforma profunda para que podamos tener medios realmente plurales, que limite la concentración y que cambie la forma en que funciona el canal público que es finalmente al único que podemos exigir auténtico pluralismo y democracia, pues pertenece a todos los chilenos y chilenas. Debemos considerar también formas de financiamiento estatal directo y una mejor estructura de descentralización para responder mejor a las realidades locales a lo largo del país.
Por eso es necesario reiterar que no se cumple la misión pública del canal si no hay una oferta variada de contenido cultural. Tampoco se cumple si se compran los derechos de documentales que dan cuenta de nuestra historia, como “Chicago Boys” de Carola Fuentes y Rafael Valdeavellano y se transmiten a la medianoche un día domingo. Lo mismo ocurrió antes con el documental “El Diario de Agustín” de Ignacio Agüero, que el canal demoró 6 años en poner al aire en un horario similar.
Asimismo, existe una deuda de nuestro canal público de un reconocimiento de la multiculturalidad de nuestro país. No hay ningún director que represente a los Pueblos Originarios y que permita aportar su visión.
Además, hacer énfasis en que en el propio canal público existe una diferencia abismante en condiciones laborales respecto de la gran mayoría de los trabajadores, frente a otros con una situación de privilegio. Aún existen trabajadores que boletean y ganan sueldos bajos, frente a otros cuyas remuneraciones ascienden a varios millones de pesos, lo que parece injustificado. Nuestro canal público debería ser un ejemplo en el respeto de los derechos de los trabajadores y en limitar la brecha respecto de quienes ganan más y quienes ganan menos.
En segundo término, y respecto del cuoteo político en la designación de diversos órganos en los que el Senado tiene incidencia, muchas veces los sistemas de nombramiento están estructurados no para atender el mérito o el aporte que pueden hacer las personas a una institución, sino que a cómo se va en la repartija en una lógica binominal. Televisión Nacional no es ajeno a esta lógica, pues existe un acuerdo tácito de que estos son los nombres que le “tocan” al Gobierno y, que por eso, es necesario aprobarlo. En este sentido, reiteramos que como Frente Amplio no estamos disponibles para seguir perpetuando la forma binominal, no nos acomoda y en estos tiempos la ciudadanía no entiende estas prácticas.
Por último, y respecto a los nombres que presentó el Gobierno – ya aprobados – estos provienen de mundos ajenos a los medios públicos, vienen de medios privados y son cercanos al empresariado que ya es dueño de la gran mayoría. Creemos que se necesita gente del mundo cultural y lo público, que puedan agregar valor y pluralismo a un canal que es de todos los chilenos y chilenas.
Sin duda existe un desafío muy importante por delante que es revitalizar TVN e implementar el mandato legal del nuevo canal cultural. Pero cuesta entender cuál es el proyecto que tiene este Gobierno respecto al canal cultural y cuál es el verdadero compromiso por los medios de carácter público, más aún teniendo en consideración que en la última administración del actual presidente se privatizó el último medio escrito de carácter público, el diario La Nación.