Los tonos del desempleo
El lado oscuro de esta historia es que la creación de empleo sigue siendo principalmente no asalariada, y en el caso del empleo asalariado es principalmente público, lo que hace poco sostenible esta tendencia.
Alejandro Puente es Economista y Académico Facultad de Economía y Negocios, Universidad Santo Tomás
Los datos del mercado de trabajo entregados por el INE para el trimestre móvil marzo-mayo tienen claros y oscuros, como ha sido la tónica de este mercado en el último tiempo.
La parte luminosa es que, a pesar del esperable aumento de tres décimas de punto porcentual respecto al trimestre anterior, la tasa de desempleo de 7% se mantuvo sin variación en términos anuales. Alguien podría decir que esto no es una buena noticia, considerando el dinamismo que ha tenido la economía en los últimos dos trimestres.
No obstante, primero se debe tener presente que el mercado de trabajo actúa con cierto rezago respecto de la actividad. En segundo lugar, es importante tener en cuenta que en las fases expansivas se incorpora más gente al mercado de trabajo, y, efectivamente, a pesar del aumento anual de 2,1% del empleo esto no se tradujo en una reducción de la tasa de desempleo por un aumento de la fuerza de trabajo de igual magnitud.
El lado oscuro de esta historia es que la creación de empleo sigue siendo principalmente no asalariada, y en el caso del empleo asalariado es principalmente público, lo que hace poco sostenible esta tendencia. Efectivamente, de los 170.420 empleos creados en el último año, 91.160 son por cuenta propia, 62.440 asalariados públicos, y 30.360 asalariados privados.
El dinamismo de la actividad económica debiera ir aumentando la participación de los asalariados privados en la creación de empleo, pero esto será a un ritmo gradual.