Reactivación incompleta en minería
"Resulta positivo que el organismo gubernamental haya suspendido por tres meses el pago de crédito de sustentación adquirido por el sector. Sin duda, los productores verán reducida su carga financiera en este tiempo".
Álex Acosta es Presidente Ejecutivo de Schwager.
Las restricciones arancelarias cruzadas entre China y Estados Unidos han fortalecido al dólar, a nivel internacional y, por ende, han presionado a la baja el precio del cobre; una guerra comercial que desestabilizó el ánimo acá en Chile, país que continúa siendo productor del 30% de este mineral a nivel mundial.
Sin embargo, las noticias en la minería nacional son optimistas: luego de seis años, la industria protagoniza su mejor desempeño, concentrando el 53% de la cantidad total de exportaciones y cuyos montos avanzaron un 27,4%. Esta mejora en minería también llegó a los proveedores: las órdenes de compra a los proveedores subieron un 49%.
Definitivamente, los indicadores señalan que los negocios están creciendo. El Gobierno acaba de anunciar una capitalización de US$1000 millones para Codelco, inyección que se suma a los US$2.295 millones que la entidad recibió desde 2014 para financiar los proyectos que mantendrán los niveles de producción de cobre en torno a los 1,7 millones de toneladas.
Pero hay sectores de la industria que constantemente están en la incertidumbre; me refiero a las pequeñas y medianas minerías. A estos productores se les exige más que a todos y, por lo mismo, las tareas y metas se les hacen más difíciles; de hecho, el número de productores no ha subido de la manera esperada.
Si bien, para ellos existe la Empresa Nacional de Minería (Enami), que funciona como un interlocutor con la gran industria y los compradores para acelerar el crecimiento en todo sentido, sería relevante aumentar aún más la ayuda que ésta ofrece.
Resulta positivo que el organismo gubernamental haya suspendido por tres meses el pago de crédito de sustentación adquirido por el sector. Sin duda, los productores verán reducida su carga financiera en este tiempo. No obstante, a lo que se debe llegar es a una serie de medidas más para que las pequeñas y medianas minerías -que son decisivas para 40 localidades y cinco regiones- puedan crecer, profesionalizarse y persistir en el tiempo de manera automática, de manera que puedan, por ejemplo, tener sus propias producciones sustentables como así hoy pueden financiarlas con facilidad las grandes mineras.
