Aysén: unidos respiramos mejor

El pasado sábado 28 de julio, dejando atrás legítimas diferencias políticas y visiones de sociedad, un grupo de personas, cuyo denominador común es la responsabilidad que nos asiste en los destinos de nuestra hermosa región, nos juntamos con el objetivo de establecer una mesa técnica de trabajo permanente, integrada de manera transversal por todos los actores involucrados en el objetivo de descontaminar la ciudad de Coyhaique, partiendo por los propios parlamentarios, quienes comprometieron su apoyo convencidos de estar frente a la posibilidad de hacer algo concreto por la ciudadanía.

A la mesa también han sido convocados los consejeros regionales, quienes deciden los destinos de los fondos públicos destinados a la región; la academia, en virtud de sus conocimientos técnicos y científicos; los representantes de la sociedad civil, a través de sus organizaciones sociales habilitadas; y la propia Intendencia, en tanto autoridad superior de los servicios regionales. Otro objetivo es precaver que otras ciudades y localidades de la región no tengan que enfrentar episodios críticos de calidad del aire, como podría ocurrir con Cochrane y Puerto Aysén.

Todos coincidimos en la necesidad de enfrentar unidos la búsqueda de soluciones y de avanzar en la implementación de las medidas de corto, mediano y largo plazo, fruto de un trabajo intersectorial coordinado por el Ejecutivo, como las contenidas en el plan, comunicadas y puestas en marcha el pasado 9 de julio.

Decidimos enfrentar la contaminación atmosférica de la única manera que se puede derrotar un flagelo como
este: actuando de manera mancomunada en beneficio de todos los afectados. Actuar unidos, renunciando a cualquier otro interés que no sea el bienestar de Coyhaique.

Existe voluntad política transversal; se percibe la confianza en el otro. Ello es muy destacable. Eso es lo que la gente nos está pidiendo, y esta es nuestra respuesta: una sola voz contra la contaminación. Ese es nuestro mayor compromiso. En los próximos días daremos a conocer un cronograma de trabajo en el que estableceremos los pasos a seguir.

Coyhaique y sus habitantes se lo merecen. Nuestra obligación como gobernantes y líderes políticos y sociales es cumplir con la misión de responder a la confianza que nos han delegado nuestros conciudadanos. Tenemos que trabajar en las leyes relacionadas con la construcción de nuevas viviendas, así como en los montos de subsidios y en cómo buscamos alternativas viables de diversificar la matriz energética para la región; cómo enfrentamos el crecimiento armónico de la ciudad, como es la concepción de proyectos habitacionales sustentables que excluyan la leña como sistema de calefacción.

Seamos realistas, la contaminación no vamos a terminarla el próximo año, es una tarea larga y ardua; sin embargo, concordamos en que a contar de ahora impulsaremos juntos este carro que nos permita aportar mejores expectativas de un aire más puro para toda nuestra ciudadanía. Tal como reconoció la senadora Ximena Órdenes, luego de la reunión del sábado 28 de julio, dimos un paso importante. Es cierto, también debemos explorar las mejores alternativas que nos lleven hacia un cambio sustentable de la matriz energética de nuestra región, y a bajo costo.

Del mismo modo, suscribimos la voluntad del senador David Sandoval de incorporar en la solución a los especialistas técnicos y obviar diferencias entre izquierdas y derechas, toda vez que la contaminación atmosférica afecta a todos por igual. Esta es la forma de enfrentar los problemas de la región, sin separaciones ni divisiones; la única forma de hacerlo es actuando colegiadamente como región, aseguró nuestro senador, lo que ratificamos como coalición gobernante.

Misma predisposición positiva expresada por el alcalde de Coyhaique Alejandro Huala, y los diputados Aracely Leuquén, Miguel Ángel Calisto y René Alinco. Estamos frente a un problema de salud pública, como dijo Aracely Leuquén, un problema que se transformó en un problema social y un problema político que nos tiene que interesar a todos los actores sociales y políticos de la región. A ello debemos abocarnos, recurriendo a la institucionalidad, y creando instancias resolutivas específicas, como la mesa que hemos constituido.