Mercado Artesanal de Coyhaique
"Es hora de construir más ciudad, y de hacerlo convencidos que estamos propendiendo al bienestar común, potenciando nuestras capacidades como región".
Geoconda Navarrete Arratia es Intendente Regional de Aysén
Si era o no un asunto de mera gestión administrativa, o de ausencia definitiva de voluntad política, solo el tiempo lo dirá; lo cierto es que luego de más de veinte años de espera, al fin los artesanos de Coyhaique tendrán un domicilio conocido; un lugar en pleno centro de la ciudad donde alguna vez se pensó construir el edifico de la Intendencia Regional, según la destinación que realizó hace 32 años el Ministerio de Bienes Nacionales.
Hace un mes nos reunimos con los artesanos de Coyhaique para atender su antigua inquietud de contar con un lugar donde poder radicarse con tranquilidad, sin la incertidumbre de no saber cuándo tendrían que abandonar una determinada locación, y si serían o no capaces de cumplir con sus obligaciones económicas. Su legítima pretensión era obtener el sitio fiscal ubicado en la intersección de las calles Dussen y Plaza para levantar ahí un centro artesanal y gastronómico típicos de la región. Una ubicación que debido a su creciente plusvalía resultaría inalcanzable para muchos particulares, pero que mediante una actitud proactiva y visión de futuro regionalista, se logró poner a disposición del proyecto de construcción de un inmueble para uso colectivo, como será el centro o mercado artesanal, emplazado en el seno de la urbe.
Tal vez la distancia sideral entre el sueño y la realidad resultó clave para impedir la consecución del objetivo, tan difícil de lograr que muchas personas no consiguieron verlo en vida. Ello hasta que entró a tallar la voluntad política de nuestro Gobierno, mediante la decisión de desistirnos de la destinación original del año 1986 de construir en ese predio la Intendencia de Aysén.
Cuando en los días siguientes expusimos la situación ante el Ejecutivo, nos encontramos con una respuesta en extremo directa y razonable: si la construcción de un Mercado Artesanal contribuye al bienestar de quienes cultivan esa actividad, y si ello ayuda al desarrollo de la región, abriendo nuevas fuentes laborales, fomentado el emprendimiento de mujeres jefas de hogar, vamos con todo.
Y así fue como dimos inicio al cambio de destinación del referido predio, solicitándole al Ministerio de Bienes Nacionales que fiscalizara el uso del terreno, que en la actualidad se emplea como estacionamiento para vehículos fiscales, tras lo cual será devuelto a ese ministerio para que a su vez este lo entregue a la dirección de Arquitectura del MOP para el diseño y construcción de lo que en un plazo no superior a cuatro años se convierta en el primer Mercado Artesanal de Coyhaique.
Un verdadero hito patrimonial de la cultura patagona del que carecía la capital regional; una necesidad sociocultural abordada y resuelta por la autoridad política a través de una medida administrativa, como es cambiar la destinación de un bien fiscal por otro de mayor impacto social. Así, Coyhaique dispondrá de un espacio inédito donde apreciar la artesanía autóctona y la gastronomía tradicional, creando un ambiente seguro y calefaccionado con sistemas sustentables y amigables con el medio ambiente, que permitirá el encuentro familiar, y la vida en sociedad.
Se suman al objetivo primigenio de darle cabida a nuestros artesanos otros colaterales, como es la generación de nuevos puestos de trabajo, la apertura de mayores oportunidades de desarrollo cultural mediante productos y servicios turísticos exclusivos de la región de Aysén; un sello de origen, cuya impronta se halla encriptada en el modus vivendi de la Patagonia. Es hora de construir más ciudad, y de hacerlo convencidos que estamos propendiendo al bienestar común, potenciando nuestras capacidades como región, seguros que la construcción social es una tarea de todos, porque Chile lo hacemos todos.