Los niños y niñas que quedaron fuera de la ley de identidad de género
La identidad de género se estable desde los tres años de edad. No es algo que requiera una decisión consciente, ya que es parte de la estructura de personalidad, por ende, no cambia.
Janet Noseda es Psicóloga. Magister en psicología clínica. Especialista en género y diversidad sexual.
La semana pasada, se aprobó la ley de identidad de género para mayores de 14 años. ¿Qué significa esto?, que cualquier persona mayor de 18 años, podrá cambiar su sexo y nombre en la cédula de identidad. Esto no es menor, ya que para las personas Trans, resulta vergonzoso y humillante presentar su cédula con su antiguo nombre o ser llamados públicamente por el nombre legal y no social. De hecho, una de las mayores trabas para encontrar trabajo es que aunque muchas personas Trans estén bien capacitadas para un determinado puesto de trabajo, no son seleccionadas al momento de presentar su carnet de identidad, quedando expuestos a burlas y humillaciones.
Esto es un gran avance pero lamentablemente, quedaron fuera de la ley los menores de 14 años. Esto es gravísimo, ya que la mayor tasa de intentos suicidas por bullying se da en el colegio, cuando estos niños son llamados por su nombre legal frente a todo un curso, obligados a usar un uniforme del género contrario, cortar su cabello, etc. La tasa de deserción escolar debido al bullying es altísima, por lo que muchas personas Trans no terminan el colegio.
El gobierno de Sebastián Piñera dijo que se preocuparía por los niños y yo me pregunto, ¿y los niños y niñas Trans con el alto índice de tasas de suicidio y problemas de salud mental? La exclusión de ellos de la ley, demuestra que se excluyó precisamente a la población que más necesitaba la ley de identidad de género. Muchos Senadores argumentaron que estos niños dejaban de ser Trans en la adultez, basados en un estudio altamente criticado por la comunidad científica. De hecho, yo trabajo con personas Trans hace trece años y nunca he visto a alguien arrepentirse. La identidad de género se estable desde los tres años de edad. No es algo que requiera una decisión consciente, ya que es parte de la estructura de personalidad, por ende, no cambia.
Algunos Senadores, como Jacqueline Van Rysselberghe, confundieron a la ciudadanía al decir que se sometería a los niños a cirugías de reasignación sexual o se les administraría hormonas. La ley de identidad de género jamás habla de cirugías u hormonas y menos para los niños. La comunidad científica internacional ha establecido que las cirugías son para los mayores de edad. Este era un trámite que sólo permitiría cambiar nombre y sexo en la cédula de identidad.
Intentemos ver este tema desde la justicia y la compasión. No podemos dejar que seres humanos sufran tanto como lo hacen las personas Trans, que son humilladas cuando les den su carnet, molestadas en la escuela hasta cometer suicidio. La principal preocupación de un gobierno debe ser velar por la integridad psíquica y física de las personas y en este caso, se dejó afuera a los más pequeños y vulnerables.
Con este fallo no sé si celebrar. Sin duda es un avance pero ¿quien se hará cargo de los suicidios, problemas de alcohol y drogas y depresiones? Esas familias quedaron desamparadas.
Espero que de alguna forma, esto se pudiera cambiar aunque no sé si será posible. Sólo sé que duele el alma lo que ha ocurrido. Pienso en esos niños y niñas Trans, su desamparo y sufrimiento. Creo que la única manera de exigir que se les proteja, es que la población completa esté al tanto del sufrimiento y vulnerabilidad de estos niños, niñas y adolescentes, los apoyen, comprendan y exijamos todos y todas ley de identidad de género desde la infancia.